El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha anunciado un plan de reforma de las administraciones públicas que en su primera fase durará seis meses donde destaca la prohibición de realizar deshaucios en la primera vivienda. Asimismo, contempla importantes reducciones del gasto en seguridad, aviones o coches a disposición de los cargos públicos. «Vamos a hacer la reforma institucional más importante con una primera fase que durará los próximos seis meses», ha anunciado Tsipras en un discurso ante el Parlamento para presentar su programa de gobierno.

Igualmente, ha asegurado que se procederá a un «reestablecimiento gradual del salario mínimo de 750 euros» de aquí a 2016.

También se ha referido al pago de la deuda. De hecho, ha asegurado que Grecia «quiere pagar su deuda», pero ha defendido que si los socios quieren lo mismo, deben «negociar los medios técnicos» con el país heleno.

Tsipras, en la presentación de su programa, ha asegurado que la solución se alcanzará mediante negociación si se ponen «de acuerdo de que la austeridad fue desastrosa». Igualmente, ha recordado que esta deuda ha sobrepasado el 180% del producto interior bruto.

Ante la campaña de pánico puesta en marcha en Europa, Tsipras ha subrayado que el Gobierno quiere respetar sus obligaciones hacia el Tratado de Estabilidad, pero ha remarcado que «la austeridad no forma parte de ese tratado».

Así, se ha mostrado contundente al afirmar que «la soberanía nacional  y el mandato del pueblo no se negocian». De esta forma se ha referido al mandato entregado por la sociedad helena para acabar con la austeridad y trabajar por un cambio político.

En este sentido, ha aclarado que su Gabinete «solo pide un programa puente hasta concluir las negociaciones para elaborar conjuntamente un programa de crecimiento». De hecho, entiende que esto podría realizarse en los próximos 15 días.

Finalmente, el primer ministro griego ha reafirmado que la intención de su Gobierno es lograr un nuevo contrato entre Grecia y la Unión Europea que «espete las reglas de la eurozona, pero no incluirá superávit irrealizables que son el otro rostro de la austeridad».