El president, Carles Puigdemont, ha inaugurado esta tarde la cuestión de confianza a la que decidió someterse tras el no de la CUP a los presupuestos del Govern. Lo ha hecho con un discurso de una hora que ha culminado con el anuncio de que el Govern tendrá preparadas para final de de junio de 2017 todas las leyes y estructuras de estado necesarias «para desconectar» del Estado español. Algo que requerirá después la «validación en las urnas», según Puigdemont, que ha reivindicado el referéndum como el mejor mecanismo para lograrlo.
Tal y como estaba previsto, ha anunciado su intención de tratar de negociar el referéndum con el Estado español, pero ha añadido que, si al otro lado de la mesa no se sienta nadie, el referéndum se celebrará igualmente.
«Perseguiremos el acuerdo hasta el último día, pero si llegamos al final de la legislatura y no ha habido ninguna respuesta positiva en este sentido, estaremos preparados y a punto para subir el último escalón antes de proclamar de manera efectiva la independencia de Catalunya, y convocaremos un referéndum para la segunda quincena de setiembre del año que viene», han sido las palabras de Puigdemont, que no ha utilizado la palabras «unilateral» ni «vinculante».
Antes del referéndum, los presupuestos
El anuncio del referéndum ha llegado en la recta final del discurso de Puigdemont, que no se ha cansado de repetir que, si el curso político empieza con la cuestión de confianza, es porque la CUP no aprobó los presupuestos. «Sin presupuesto no se puede gobernar bien, y si no podemos gobernar bien tendremos que dar la palabra a los ciudadanos», ha explicado Puigdemont.
En este sentido, ha establecido como condición para que la legislatura avance y, por tanto, se llegue al referéndum, que los presupuestos de 2017 se aprueben sin mayores obstáculos: «O se aprueban o utilizaré la facultad de convocar elecciones», ha apuntado Puigdemont, quien añadido: «Quien no quiera aprobar los presupuestos, que no me dé su confianza».
La CUP, en sintonía
El president ha tratado así de vincular el voto en la cuestión de confianza de mañana al voto a favor de los presupuestos, cuya negociación formal todavía no se ha iniciado. Desde la CUP, la diputada Anna Gabriel no ha entrado a valorar la condición de aprobar los presupuestos y se ha limitado a señalar que el «referéndum o referéndum» entonado por Puigdemont «está en plena sintonía con lo que venimos planteando».