En una conferencia de prensa la consejera de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local, Isabel Elizalde, ha avanzado las líneas generales sobre las que descansará el Plan de Gestión de Residuos, cuya elaboración se abre ahora a la participación pública, un proceso que descansa sobre una propuesta base en la que ha trabajado desde hace un año un grupo de expertos y que finalizará con la presentación del nuevo PIGRIN antes de fin de año.
Además de descartarse la opción de la incineración de los residuos, aunque no la coincineración –convertir residuos en combustible– la consejera ha sido contundente al asegurar que el vertedero de Góngora, pese a su plazo de cierre en menos de diez años, por capacidad podría recoger materia orgánica hasta 2030 o 2040 contando con la cada vez menor generación de estos residuos.
En cualquier caso, se precisaría de un nuevo acuerdo con el Ayuntamiento de Aranguren, y por ello se trata este de un «plan de concertación», ha dicho la directora general de Medio Ambiente, Eva García, quien en cualquier caso ha dejado abierta cualquier solución a la espera de definirlas con la participación de ayuntamientos, el Consorcio de Residuos, la Mancomunidad de Iruñerria y todos los agentes implicados.
Al igual que la consejera, ha subrayado que no se prevé la construcción de grandes dotaciones y sí «optimizar al máximo las infraestructuras que tenemos».
Residuos generados
Según datos de 2014, la mayoría de los residuos que se generan en Nafarroa son industriales, con un total de 762.119 toneladas anuales, mientras que los urbanos (los generados en el ámbito doméstico) ascienden a 262.602 toneladas durante ese mismo año.
Mientras que la tendencia apunta a una estabilización de los residuos industriales en los últimos años, se constata un ligero descenso en los residuos domésticos.
En 2014, cada persona generaba en Nafarroa 410 kilos de residuos domésticos, lo que supone 1,12 kilos por habitante y día, cifra que ha ido descendiendo en los últimos años, desde los 442 kilos por persona y año en 2010.
El nuevo PIGRIN busca una sociedad navarra eficiente en el uso de los recursos y en la que los residuos sean concebidos como recursos de utilidad, para lo que incide en la prevención como seña de identidad de la comunidad, el liderazgo de la gestión pública y la capacidad para la generación de empleo verde de calidad, ha dicho la consejera Elizalde.
El documento establece, entre otros, objetivos concretos para 2025 como los de reducir un 10% los residuos domésticos con respecto a 2010, atender a toda la población navarra con sistemas de recogida de biorresiduos (residuos orgánicos biodegradables), proponiendo un 70% de su reciclado y tratar el 100% de los residuos en una década.
Además, aspira a un 90% de reciclaje de envases y elevar a un 70% el aprovechamiento de los residuos de construcción y demolición.
Además de dar respuesta a la directiva europea y a la legislación española vigente, el Plan pretende hacer más eficiente la gestión de los residuos, teniendo siempre en cuenta las particularidades de Nafarroa.
Plan de participación
En cuanto al plan de participación abierto a toda la ciudadanía (profesionales, técnicos, representantes de entidades locales, mancomunidades y cualquier persona interesada), ya el 29 de febrero, las mancomunidades conocieron de primera mano el borrador, que esta tarde será presentado al grupo de trabajo –unos 200 agentes de distintos ámbitos– que en el último año ha trabajado para definirlo.
Su participación se organizará en foros sectoriales donde se abordarán cuestiones relativas a infraestructuras, modelo de gestión, tratamiento de la fracción orgánica, residuos industriales y agropecuarios o economía circular y empleo.
Además de estos foros, se han organizado espacios de discusión territoriales en Doneztebe, Irurtzun, Irunberri, Erriberri, Lizarra, Iruñea y Tutera. En todos los casos, se ha previsto, al menos, una reunión inicial, reuniones deliberativas, y una última de retorno.