El texto, presentado por Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E y rechazado por UPN, PSN y PPN, ha sido defendido por Unai Hualde, Geroa Bai, quien ha sostenido que tienen sobre la mesa solicitudes en este sentido de 24 ayuntamientos.
Hualde ha manifestado que se trata de una «modificación puntual de la ley, muy parcial», que para muchos es «un paso muy pequeño», pero es «un paso adelante» que, a su juicio, hay que poner en valor.
Tras incidir en que no se debe imposibilitar este debate, ha reiterado su postura contraria a la zonificación lingüística que ha considerado «obsoleta y superada por la realidad».
Ha subrayado que los municipios quieren tener «una situación normalizada» y que «se reconozcan sus derecho lingüísticos», a lo que ha añadido que tendrán que ver, a través de enmiendas, las peticiones de vecinos de otros municipios que también han expresado su voluntad de pasar a la zona Mixta.
Hualde ha sido muy crítico con UPN, cuya «posición fóbica» en esta materia ha denunciado y ha resaltado las «oscilaciones» del PSN.
En su intervención ha denunciado las amenazas a través de pasquines de las que ha sido objeto el alcalde de Ancin por defender la voluntad de su pueblo.
El parlamentario de EH Bildu Dabid Anaut ha constatado que la Ley de Vascuence «no satisface ni a los ayuntamientos, ni a la ciudadanía» y ha visto en las solicitudes municipales «un emplazamiento a superar la zonificación», cuestión sobre la que el cuatripartito no alcanzó el consenso suficiente como para incluirla en el acuerdo programático.
Laura Pérez, Podemos, quien ha cuestionado la «acomplejada Ley del Vascuence» que «consolida la falta de derechos de una gran parte de la ciudadanía» y que por tanto es preciso cambiar, ha considerado que la modificación se queda «corta» y ha animado a las corporaciones a romper con la zonificación y pedir su consideración como integrantes de la zona Vascófona con los mismos derechos.
El portavoz de I-E José Miguel Nuin ha considerado de «sentido común» que sean los ayuntamientos los que decidan su adscripción, para a continuación apuntar que cualquier modificación de la ley debe partir de que «la realidad sociolingüística es muy diversa según las distintas zonas y por tanto la política lingüística que se realice tiene que ser adaptada».
El parlamentario de UPN Carlos García Adanero ha opinado que es el portavoz de EH Bildu el que sitúa el debate en su contexto al defender «el euskera como instrumento fundamental para la construcción nacional», lo que, en su opinión, refleja que lo que se busca es «imponer el euskera».
Por el PSN, Inma Jurío, muy crítica con Podemos, ha opinado que la petición de los ayuntamientos no se puede desligar de otros debates como el de la Ley de Símbolos o el decreto del euskara, «un intento más de determinados partidos de hacer en Navarra el euskera cooficial», con lo que el PSN no está de acuerdo.
La portavoz del PPN, Ana Beltrán, ha sostenido que «la mayoría de los navarros no quieren que el euskera sea una lengua oficial», ha acusado al Gobierno de «imponer el sectarismo sin tapujos» y ha opinado que éste es «un primer paso para modificar la Ley del Vascuence e implantar el euskera en toda Navarra».