EH Bildu informará a Medio Ambiente de Lakua de lo que considera «graves irregularidades» que se están cometiendo en el derribo de los pabellones de Formica, en Galdakao. Después de negar las acusaciones de la coalición por la mañana en la comisión de Urbanismo, el Consistorio ordenó a la Policía Municipal y a un arquitecto que cursaran en la tarde del miércoles una inspección a las obras que se acometen en Zuhatzu.

El Ayuntamiento defiende que la empresa tiene permiso para el tratamiento de los suelos contaminados, con la autorización del Ejecutivo autonómico. Además, informó de que se está tramitando la licencia de derribo, a la que le faltan las autorizaciones de Medio Ambiente y URA.

No opinan lo mismo desde EH Bildu, que acusa al Gobierno municipal de actuar «con oscurantismo y en beneficio de intereses particulares». Los soberanistas reclaman la «inmediata» paralización de los trabajos y que se depuren responsabilidades, por ello acudirán a la autoridad de control medioambiental para que investigue.

Tapan tierras contaminadas

Cómo se acometan las obras preocupa, ya que Formica trabajó con materias tóxicas como fenor, formol y naftaleno. EH Bildu dice tener pruebas de que se ha enterrado con cemento tierras con fenol y formol, «sin realizar previamente ningún tipo de descontaminación». Sustentan esa afirmación, por ejemplo, en un video grabado el lunes.

Insisten en que, con la excusa del tratamiento de los terrenos, ha comenzado la demolición de los pabellones, «tal y como han certificado los técnicos municipales». A su juicio, estos hechos son muy graves, «puesto que el Ayuntamiento de Galdakao no ha cumplido con su trabajo de inspección y control».

Acusan a los responsables municipales de amparar los intereses de la empresa propietaria de los terrenos, la constructora Valeriano Urrutikoetxea (VUSA). Inciden en que, según el plan aprobado en marzo de 2015, no se contemplaba que las tierras contaminadas de Formica fueran cubiertas, por lo que se deberá sancionarle.