Ziertzoa, mestral
El magistral Atlas catalán editado en 1375, referencia mundial de la época, es una preciosa obra por su dibujo y precisa por la exactitud de su mapas realizados por los mejores geógrafos y cartógrafos de su tiempo, los mallorquines Abraham y Jafuda Cresques, que se encuentra en la Bibliotéque National de France. En una de sus páginas contiene la imagen de una Rosa de los Vientos.
En esta encrucijada geográfica que agrupa a los cuatro puntos cardinales y sus respectivas bisectrices señalando diferentes vientos figura el mestral, en catalán, (ziertzoa o bagurrina en euskera, cierzo en español y mistral en francés) una corriente de aire frío, seco y violento procedente del noroeste que en su interpretación en los Països Catalans discurre a lo largo del Ebro.
Pues bien, el nombre de este soplo de la naturaleza, mestral, como metáfora podría dar lugar a la creación en Euskal Herria de una corriente social de lectura, interpretación y apoyo a las inquietudes, reivindicaciones y logros de la nueva realidad política catalana en su proceso de afirmación internacional como un nuevo Estado soberano europeo.
Dicho de otro modo, la necesidad de un núcleo permanente de relación social, ajeno a los partidos políticos, constituido por relevantes personalidades vascas en los ámbitos jurídicos, económicos, comerciales, universitarios, culturales, artísticos, mediáticos, deportivos, etc. que en contacto fluido con la experiencia catalana fuese capaz de convertir la admiración, ansia y entusiasmo colectivo vasco en una unidad de acción imparable hacia el único destino acorde a nuestra idiosincrasia que como pueblo singular tenemos, la independencia. Un futuro alcanzable, mejor y realizable. Inexcusablemente debemos ser protagonistas activos de nuestro futuro. En la actualidad percibimos la realidad que responde a un estímulo vital del pueblo catalán pleno de luminosidad. Alentado por una identidad indiscutible consolidada a través de su fecunda biografía en un reconocido contexto europeo desde hace siglos, un pueblo se encuentra a sí mismo cuando contempla y comprende su historia, y que percibe como su tiempo se va conquistando, que está llegando su día y hora.
Es una sensación de confianza absoluta que supera ya abrumadoramente a los signos iniciales de utopía, ilusión y esperanza. La autoestima de una sociedad, fundamental acto de conciencia colectiva, apela a la convicción y le dota de un poder legítimo con una fuera moral indestructible. El optimismo por la propia patria, algo más que un sentimiento, por su naturaleza progresiva es una necesidad vital pausadamente inexcusable, imparable que ya no admite retroceso. La condición propia plenamente europea de Catalunya es innegable y equiparable a la de otras naciones recientes. La clase política no puede ser sorda a este cántico colectivo, debe obedecer este refrendado mandato popular.
La partitura ya está escrita; sigue la pauta de un clamor colectivo que desde hace tiempo se oye con fuerza y aprecia con nitidez en el amplio auditorio universal y sus tiempos son tan lógicos como rotundos: Preludio fantasía, Andante moderato, Largo e lento, Vivace, Allegro molto apasionato, y Finale maestoso.
Solo falta interpretarla y que la comunidad europea la escuche sin interferencias, ni extraños y ajenos ruidos españoles que la perturben y la asimile feliz y finalmente como propia con sus matices peculiares. Su audición posee un tiempo de reverberación que hará que en Euskal Herria su composición, ritmo y tonalidad nos resulten tan entrañables como impulsivos, tan vitales como anhelantes.
Es por tanto preciso que el pueblo vasco, mostremos nuestra identificación con el procés catalá en forma inequívoca y en todas sus variadas expresiones. Cuanto mayormente nos interesemos e impliquemos en su propósito independentista más cerca estaremos de coordinar nuestras aspiraciones para que el siguiente Estado europeo sea, como heredero del Reyno de Nabarra, Euskal Herria.
En este preámbulo histórico conviene recordar inapelables y universales sentencias estimulantes de quienes vivieron situaciones semejantes. Así, proclamaba Nelson Mandela (1918-2013) «Siempre parece imposible hasta que se hace». Consecuentemente una nueva era se acerca, porque triste sino el de un pueblo que no elige libre su destino. Alex Salmond el prestigioso político escocés lo resalta acertadamente en su exitoso libro “The dream shall never die” (El sueño nunca morirá)
Observando el procés parece oportuno vincularlo con la profecía del emprendedor cura cooperativista Jose Mª Arizmendiarrieta (1915-1976) «Hacer pensando y pensar haciendo, todo pensamiento que no se traduce en palabra no es pensamiento válido y toda palabra que no se traduce en acción no es palabra válida.»
Si el Cant deis ocells de Pau Casals (1876-1973) es universalmente reconocido como un mensaje musical pacifista y de libertad, alguien algún día compondrá el Cant de l'estelada, una apoteósica y apasionante sinfonía coral alusiva a la autodeterminación de los pueblos del mundo. La estrella que pronto se integrará en el azul del firmamento europeo expresado en su bandera comunitaria.
Reflexiones anotadas en la espera del amanecer del 1 de marzo de 2016 cuando los primeros rayos de sol fundieron los barrotes de la represión de la prisión de Logroño y Arnaldo Otegi salió, libre rodeado con las personas de su pueblo y de otros solidarios como intelectuales y políticos catalanes. El PNV miserablemente se ha escondido en su cautiverio y desaparecido de la escena, el independentismo le aterroriza, lo suyo es españolear, embaucar, manipular y embolsar.
Recordemos que de un modo directo Ibarretxe y Otegi han lamentado públicamente la indiferencia con la que las instituciones e intelectualidad de Euskal Herria ha contemplado el difícil pero exitoso proceso reivindicativo catalán. La próxima Diada del 11 de septiembre, este año en domingo, es una óptima ocasión para que el pueblo vasco mostremos pública y explícitamente nuestro apoyo a la independencia de Catalunya.