Las consecuencias derivadas de la reunión que durante la mañana de ayer mantuvieron la dirección de EiTB con los representantes sindicales de LAB, ESK y ELA, prendió de inmediato como un reguero de pólvora y confirmó la puesta en marcha de un ERE que afectará a Radio Euskadi, Euskadi Irratia y Radio Vitoria.

Una situación que podría catalogarse cuanto menos de sorprendente si se tiene en cuenta que contradice por completo las manifestaciones que efectuó el Lehendakari Urkullu el 27 de febrero de 2013 en las que aseveraba, con rotundidad, que garantizaba la viabilidad de EiTB, aseguraba el mantenimiento del empleo público en el ente afectado y, finalmente, afirmaba que en EiTB no iba a ocurrir lo que está aconteciendo en otros medios autonómicos y en RTVE. Esta declaración efectuada por Urkullu adquiere una nueva dimensión si recordamos que la pasada semana, en el transcurso de la presentación del balance 2014 de EiTB, el informe presentado por la propia directora general del ente, Maite Iturbe, señala que «EiTB cierra 2014 cumpliendo sus objetivos presupuestarios de ingresos y gastos, con equilibrio económico y financiero, sin deuda bancaria. Se cierra el ejercicio con una plantilla de 979 personas, la misma que se contempla para 2015».

Anunciada la puesta en marcha de este ERE, el sindicato de independientes-ESK de Radio Euskadi emitía un comunicado en el que criticaba esta nueva medida.

LAB también ha manifestado su malestar por esta decisión y ha recordado a la dirección del ente que «esta no es la vía acordada en el inicio de este proceso» y que la situación laboral y económica tan inestable que padece el ente no es más que la herencia legada por Andoni Ortuzar. Finalmente, la formación EHBildu, por boca de Unai Urruzuno, se opone frontalmente a la puesta en marcha de este ERE y «subraya que su compromiso es con la Oferta Pública de Empleo que posibilita dotar de estabilidad a la plantilla de Eusko Irratia». El parlamentario abertzale ha subrayado que «esta decisión ha sido tomada por la dirección del ente público, con Maite Iturbe a la cabeza, por su cuenta y bajo su exclusiva responsabilidad, sin dar opción al debate y al análisis de otras posibles alternativas».