Gotzone Rekondo y Antxon Gomez
Eusko Lurra Fundazioa

El Reino de España: País de pandereta y Genocidio

PP, PSOE, UPN, UPD y algún otro grupo político menor han aprobado recientemente en el Parlamento Español la segunda parte del escandaloso fraude jurídico-político iniciado en Nafarroa, intentando endosar a la Izquierda Abertzale en su conjunto delitos de genocidio y de lesa humanidad. Una mera maniobra para confundir a la opinión pública con estos términos aplicados a la actuación “del enemigo”.

Se trata de enmascarar lo que instancias internacionales, desde la ONU (con informes demoledores) hasta Amnistia Internacional, reclaman desde hace años: Que el estado español asuma de una vez la responsabilidad de décadas de Genocidio franquista, crímenes contra la humanidad y masivo terrorismo de Estado, tanto en Euskal Herria como en el resto de naciones ibéricas. Y que satisfacción a las víctimas en su solicitud de Verdad, Justicia y Reparación, incluidas las Garantías de no Repetición; derechos que hasta ahora, les han sido negados a todas las víctimas del franquismo (no así a la mayoría de las víctimas de ETA).

Básicamente lo mismo que hace el Estado turco con el Genocidio Armenio, negar la mayor y acusar a los propios armenios de “crímenes” contra Turquía.

Lo aprobado por la derecha con el PSOE de comparsa, (un patético PSOE incapaz de romper con la traición a las víctimas del franquismo en el altar de la “modélica Transición” y la ley de amnistía del 77), es una burla a las víctimas de un verdadero genocidio y de miles de crímenes de lesa humanidad.

Intentar hacer pasar la actividad de la izquierda abertzale como un genocidio contra España es sencillamente un insulto a la inteligencia. Conviene resaltar que en más de siete décadas de conflicto, el conjunto de organizaciones de izquierda abertzale han sufrido más muertos a manos del ejército español, sus milicias y su policía entre sus propios militantes, que los producidos por la actividad de ETA.

El impacto del Genocidio franquista y los crímenes de lesa humanidad y el terrorismo de Estado contra el conjunto de la población de Euskal Herria (incluida la I.A.) supera en porcentajes a los de Argentina, Chile o Sudáfrica. Sólo en Nafarroa fue eliminado el 1,13% de la población, (cifras similares a Bosnia). No obstante, a diferencia de los países citados, aquí no han existido comisiones de la verdad dentro de un planteamiento global de «Justicia transicional», entendida como Justicia «la asumida por las sociedades para hacer frente al legado de violaciones generalizadas y sistemáticas de los derechos humanos». Los inventores del “genocidio etarra” lo han evitado de una manera activa y constante.

En su día la Plataforma Lau Haizetara Gogoan a la que pertenece nuestra Fundación,  detalló en un estudio las vulneraciones de derechos identificadas cometidas por el régimen franquista y que, en consecuencia, deberían ser investigadas por una Comisión de la Verdad de Euskal Herria.

Todas ellas fueron «cometidas de forma consciente, reiterada y sistemática por personas ligadas directa o indirectamente al régimen franquista y/o en coincidencia plena o parcial con sus objetivos e intereses políticos, sociales, culturales,...».

El listado incluye más de una veintena de prácticas fehacientemente identificadas y que son las que definen verdaderamente lo que es un genocidio y los delitos de lesa humanidad, no las fantasías del españolismo más rancio intentando criminalizar la disidencia vasca. Y estos son los derechos vulnerados:

1) Desapariciones forzadas masivas.

2) Asesinatos y fusilamientos en masa clandestinos (paseos, fosas comunes, cunetas...).

3) Ataques militares sobre la población civil para crear terror (Gernika, Durango, Otxandio…).

4) Detenciones y encarcelamientos masivos por motivos ideológicos, discriminación racial, credo o identidad sexual.

5) Internamiento de miles de prisioneros políticos y sociales en campos de concentración y de exterminio.

6) Secuestro (robo) de niñas/os como actos de guerra, genocidio y represalia sobre los «vencidos».

7) Confinamientos, destierros... como medida de represión y anulación contra personas y sus actividades.

8) Castigos masivos a trabajos forzados y mano de obra esclava.

9) Secuelas físicas y mentales provocadas por el terror, la soledad, la exclusión social... siendo frecuentemente causa principal de muerte.

10) Utilización del hambre como elemento de guerra y represión.

11) Torturas y trato humillante y vejatorio por motivos ideológicos, étnicos y culturales.

12) Represión de género. La mujer sufrió una represión añadida: fue víctima de abusos sexuales y violaciones como estrategia de guerra y represión.

13) También sufrió los efectos más opresivos de la educación y, en general, una situación de marginación y dependencia.

14) Establecimiento de tribunales militares y civiles de excepción.

15) Establecimiento de la escuela como elemento de represión, que incluye la pérdida forzada de la identidad cultural, lingüística e ideológica.

16) Prohibición de uso de la propia lengua y cultura. Determinación declarada de hacerla desaparecer para que prevalezca la cultura e idioma españoles.

17) Forzar a prisioneros de guerra a servir en las fuerzas de una potencia enemiga.

18) Ilegalización de partidos, sindicatos, organizaciones socioculturales, etc. Algo que continúa paradójicamente hoy en día bajo el paraguas “democrático”.

19) Contratación de mano de obra bajo condiciones de explotación.

20) Despidos de trabajadores y medidas de exclusión social.

21) Anulación de todos los derechos civiles, políticos, sociales, libertad de expresión…

22) Depuraciones: de funcionarios, maestros, médicos,... y continúan las leyes de excepción.

23) Robo y saqueo de propiedades y bienes como medio de represión y vía de enriquecimiento de los responsables.

Todo esto lo ha cometido el Estado español contra el conjunto de la población vasca, catalana, española… Y ese Estado español, a día de hoy, gasta recursos judiciales y policiales intentando inventar “un genocidio etarra”, negándoselos a los familiares de las decenas de miles de desaparecidos vascos y españoles en las cunetas para que encuentren a sus familiares ignorando las peticiones de la ONU. Que cada cual saque sus conclusiones.

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