Mariló Méndez

Sukarrieta

Como es sabido, Sukarrieta es un diminuto pero precioso pueblo situado a orillas de Urdaibai. Nació según consta en libros consultados allá por los años mil quinientos en la islita de Sardindere donde se ubicaban la parroquia y el cementerio unidos a Abiña (S. Antonio) por un puente de madera. Mucho más tarde se construyó la colonia infantil de la BBK también en terrenos de Sukarrieta. Ocurrió que el paso del tiempo deterioró el puente, también la iglesia, y se decidió trasladarla a lo que ahora es el centro del pueblo. Hasta aquí todo correcto. Hasta aquí, pues ahora la Diputación Foral de Bizkaia considerando que los citados terrenos de Sardindere, Abiña y La Colonia constituyen un enclave ha decidido sin consultar con sus habitantes cederlos al contiguo municipio de Busturia y hacer desaparecer así dicho enclave.

A mi entender la Diputación o el ente que haya sido responsable de la decisión, ha obrado injustamente y sin ecuanimidad, robándole (no conozco otro término para calificar este hecho) a un municipio tan pequeño, no se si llegamos a trescientos habitantes (parte de ellos en Kanala) el lugar en el que nació.

Siendo el pueblo vecino (Busturia) tan extenso ¿no habría sido más sencillo, fácil y razonable que Busturia cediera a Sukarrieta un trocito de terreno de los muchos que le sobran para que el bendito enclave dejara de existir? ¿Y nos dejaran vivir en paz?

Solo pedimos poseer, seguir poseyendo lo que siempre ha sido nuestro, que no nos lo quiten.

No ambicionabamos lo ajeno, reconocemos nuestro tamaño es lo que la naturaleza nos concedió pero por favor que no nos mutilen.

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