@zalduariz
BARCELONA

La larga lucha por la emisión en TV3

A pesar de los premios recibidos anteriormente por el documental y a pesar del éxito de audiencia conseguido con la emisión, TV3 rechazó hasta en tres ocasiones comprar los derechos de ‘Ciutat Morta’. Solo la presión popular obligó a la televisión pública catalana a programar el documental.

Cine Patricia Heras, en homenaje a la fallecida
Cine Patricia Heras, en homenaje a la fallecida

Para entender parte del fenómeno desatado por ‘Ciutat Morta’, conviene relatar también la intrahistoria del documental, no vayamos a pensar ahora que TV3 lo recibió con los brazos abiertos. De hecho, cabe recordar que ha pasado año y medio desde el estreno del documental antes de que la televisión pública catalana se viera en la obligación de programar el documental. Pero rebobinemos.

En la manifestación que siguió a la muerte de Patricia Heras una serie de gente decidió que la única forma de hacer justicia (o ante la falta de justicia, tomarse una venganza menor), era realizar un documental que dejase constancia de las consecuencias del montaje policial del 4F. Entre ellos estaban los realizadores Xavi Artigas y Xapo Ortega, el periodista de ‘La Directa’ Jesus Rodríguez y sobre todo Mariana Huidobro, madre de Rodrigo Lanza. Sin ella no hay documental.

Tras años de gestación, una primera versión del documental se estrenó a lo grande en Barcelona, donde cientos de personas entraron durante unas horas en el Palau del Cinema de Via Laietana, abandonado desde hace años y muy próximo al lugar donde sucedieron los hechos del 4F. Aquel día, el espacio fue rebautizado como Cinema Patricia Heras.

Este prestreno se puede observar al inicio de la última versión de «Ciutat Morta», que se presentó al público por primera vez de forma oficial hace año y medio en el Festival de Tenerife. Cerradas a cal y canto las puertas de la Catalunya oficial, el documental buscó el prestigio en festivales foráneos. Y lo consiguió. En Málaga ganó el premio al mejor documental y estar presente en el Zinemaldia no fue poca cosa. Paralelamente, el documental recorrió la rica red de centros sociales y casales de Catalunya con más de 150 proyecciones en cosa de un año.

El silencio impuesto por la inmensa mayoría de medios fue roto a través de la sección de Cultura de los periódicos, mientras la presión en las redes para emitir un documental de buena calidad e innegable interés público creció hasta que TV3, que durante año y medio no dio ni una sola noticia sobre ‘Ciutat Morta’, cedió y la programó en su segundo canal (Canal 33).

El último impulso, como ya se ha dicho, vino del exjefe de información de la Guardia Urbana, Víctor Gibanel, que consiguió censurar por vía judicial los cinco minutos en los que Rodríguez explica que una de las funciones de Gibanel era pasar informes de forma directa al alcalde. Censura inútil en tiempos de Youtube y un marketing impagable para el documental. Los resultados de audiencia saltan a la vista.