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El comité de Faurecia reconoce las dificultades pero se aferra a «un hilo de esperanza»

El comité de empresa de ICF de Burlata (Grupo Faurecia-Lear) ha presentado este miércoles a las multinacionales su plan de viabilidad. Los  representantes de los trabajadores han reconocido la dificultad de que este sea aceptado pero han señalado que les queda «un hilo de esperanza» porque «no han dicho que no».

Manifestación de la plantilla de Faurecia el pasado 21 de febrero. (Jagoba MANTEROLA / ARGAZKI PRESS)
Manifestación de la plantilla de Faurecia el pasado 21 de febrero. (Jagoba MANTEROLA / ARGAZKI PRESS)

Una propuesta que, ha señalado Alfredo Sanz, presidente del comité de empresa, los representantes de la multinacional se han mostrado «abiertos a estudiar» en lo referente al mantenimiento de los puestos de trabajo hasta finales de 2016.

Pese a este «hilo de esperanza» al que el comité se ha agarrado «como a un clavo ardiendo», Sanz ha reconocido que, a día de hoy, la dirección «lo único que quiere es cerrar la planta y nada más».

Acompañado por otros miembros del comité, integrado por cuatro delegados de CCOO, dos de LAB, dos de ELA y uno de UGT, Sanz ha explicado que desde el 13 de febrero, cuando se anunció el cierre, la negociación «prácticamente no ha existido» aunque ellos, «desde el minuto uno» se pusieron a trabajar en el plan de viabilidad para preservar el empleo. Este plan fue refrendado por los trabajadores el lunes en asamblea y ayer fue presentado a la consejera Lourdes Goicoechea.

La propuesta de los trabajadores propone bajas incentivadas voluntarias y un plan de prejubilaciones conjunto para Faurecia ICF y Faurecia Orkoien, al que se podrían acoger hasta 51 personas.

También contempla recolocaciones en las plantas de Tecnoconfort y Faurecia Orkoien, que podrían afectar hasta 77 personas, y el mantenimiento de las producciones en ICF con el personal necesario para realizarlas o que se habilite una zona en la planta de Faurecia Orkoien y trasladar al personal y maquinaria necesaria para producirlas.

Sanz ha explicado que, en la reunión mantenida hoy con la multinacional, les han señalado que era «prácticamente imposible» trasladar la producción a la de Orkoien, pero «no han dicho que no» al mantenimiento de los puestos de trabajo.

También han elevado de 70 a 80 las recolocaciones ofrecidas por la empresa, aunque Sanz las ha calificado de «ficticias» porque, de ellas, 13 serían en la comarca de Iruñerria, 21 en Tutera y 46 fuera de Nafarroa, situación esta última que ven muy difícil por la situación familiar de los trabajadores.

Esto eleva los 100 despidos directos que pretenden a 146, ha agregado Sanz, quien, respecto a las bajas incentivadas, ha señalado que han subido la oferta de 28 días por 16 mensualidades a 31 días por 18 mensualidades, y, sobre las prejubilaciones, ha informado de que ellos las plantean a partir de los 58 años y el comité a partir de los 55.

En cualquier caso, ha reconocido que esperaban de la dirección un plan «más desarrollado, pero hemos visto que van a salto de mata». Sanz se ha mostrado esperanzado de que en la reunión prevista para el próximo martes «empiecen a clarificar un poco más la situación».

De momento, mantienen la huelga indefinida que comenzaron el 13 de febrero, este jueves tienen previsto realizar una concentración frente al Parlamento y el viernes, a las 19.30, una manifestación en Burlata.