Naiz
Gasteiz

La bajada de Celedón da inicio al jolgorio de La Blanca

Miles de personas han disfrutado en directo en Gasteiz del arranque de seis días de fiesta. Gorka Ortiz de Urbina ha cumplido 15 años encarnando al baserritarra de Zalduondo.

No ha habido lluvia, aunque nadie se ha escapado de terminar empapado, sobre todo por una ducha de ese cava de todo a un euro que lo mismo se bebe que se derrama con alegría.

A las seis en punto de la tarde, el presidente del club deportivo Zuzenak, Julio Roca, ha prendido la mecha del cohete y la plaza de la Virgen Blanca –repleta desde mucho antes y con visible presencia de banderolas por los presos vascos– ha mutado en una campiña con los aspersores puestos a pleno funcionamiento.

Metros más arriba, Celedón iniciaba su descenso aéreo desde la torre de San Miguel. En unos minutos ha completado su recorrido y tras la cortina ha aparecido Gorka Ortiz de Urbina, que ha cumplido 15 años encarnando este papel.

Con una nutrida escolta de camisetas anaranjadas, el Celedón de carne y hueso ha cruzado la plaza en un par de minutos con muchas menos apreturas que en ediciones pretéritas, cuando parecía que iba a sucumbir aplastado por la masa. Mejor, mucho mejor este año.

Ya en la balconada de San Miguel, menos masificada que otras veces tras poner límites al aforo, Ortiz de Urbina ha abrazado y colocado el pañuelo al chupinero, al actual alcalde y al saliente, y se ha asomado a la barandilla para cantar en castellano y en euskara eso de la casa nueva con ventana y balcón, secundado por las miles de personas que brincaban a sus pies. Por delante quedan seis jornadas de fiesta. A disfrutar.