Absolutamente emocionada, con lágrimas en los ojos y voz entrecortada, Itziar Loinaz, fundida en un abrazo con su abogado, Iñigo Iruin, en el recibidor de la Audiencia de Gipuzkoa, ha reiterado una y otra vez su agradecimiento a los miembros del jurado que en las tres últimas semanas han seguido con manifiesta atención las sesiones del juicio contra Luis Serrano, quien fuera su esposo y padre de Julen.

Minutos antes, en la sala de vistas, estas nueve personas habían declarado por unanimidad al padre del niño culpable de un «delito de asesinato con la agravante de parentesco», entre los lloros contenidos de los familiares del menor.

Las palabras del portavoz del jurado han resonado claras en la sala: «Este jurado ha considerado al acusado culpable de matar intencionadamente a su hijo Julen, sin que este pudiera defenderse».

«No hay derecho», ha alcanzado a susurrar el acusado, antes de ponerse también él a llorar, aunque poco después se ha tranquilizado y ha escuchado el resto del veredicto con las manos cruzadas ante su boca.

«Si alguien no puede aguantar, por favor les agradezco que abandonen la sala», ha pedido el magistrado presidente a los allegados del niño que se encontraban entre el público quienes, desde este momento hasta el final de la sesión han logrado reprimir sus emociones sin necesidad de abandonar la estancia.

No obstante, los sentimientos contenidos desde que el 5 de junio comenzara el juicio se han desbordado ya una vez en el vestíbulo del edificio, donde la madre del niño se ha fundido en abrazos con sus hermanas, primas, la abuela de Julen y otros familiares, entre visibles muestras de alegría.

«Muchas gracias al jurado, muchas gracias al juez. Todo por mi niño. Lo hemos conseguido», ha repetido Itziar Loinaz, al tiempo que mostraba a los periodistas una foto de su hijo en su móvil.

Instantes antes, el abogado de la acusación particular, Iñigo Iruin, había sido recibido entre aplausos por la familia materna de Julen, varios de cuyos miembros se han dirigido también al fiscal para agradecerle su trabajo en la causa.

Mientras tanto, a pocos metros de distancia, el abogado Iñigo Iruin atendía a los medios de comunicación, a los que ha comentado que «este veredicto, tan rotundo, de culpabilidad es resultado de la lucha, la tenacidad, la fuerza y la capacidad de resistencia frente al sufrimiento de la madre y la abuela materna de Julen». «De ellas es el logro, este triunfo y el que al final se haya podido hacer justicia respecto a lo que pasó con Julen», ha dicho.

Iruin se ha felicitado también por la labor «rigurosa» del jurado en lo que, a su entender, «ha sido el caso más complicado que se ha llevado ante un tribunal del jurado en Gipuzkoa». Tras este veredicto «la credibilidad y la confianza» hacia este tipo de tribunales «va a crecer», ha asegurado.

Por su parte, el abogado de la defensa, Miguel Castells, ha reiterado ante los periodistas su «convencimiento» de que el acusado «es inocente». «Ha habido errores judiciales en la historia del derecho y creo que esto es un error judicial. La sentencia no es firme. Por supuesto que vamos a recurrir y, como decían nuestros mayores, Dios dirá», ha concluido el letrado.