Centenares de personas han secundado la manifestación convocada por el comité de empresa de La Naval, que ha partido de las instalaciones del astillero para recorrer Sestao, Portugalete y Santurtzi, donde se ha dado lectura a un comunicado.

En la marcha han participado los alcaldes de Barakaldo, Sestao, Portugalete y Santurtzi, Amaia del Campo, Josu Bergara, Mikel Torres, y Aintzane Urkijo, respectivamente, así como cargos y representantes institucionales de PNV,  EH Bildu, PSE, PP y Podemos, así representantes de distintos sindicatos.

La marcha ha estado encabezada por una pancarta con el lema ‘La naval ez itxi. Gobierno central y Vasco negociación. Por el empleo en Ezkerraldea’, que portaban los sindicatos representados en el comité de empresa.

Tras recorrer las calles de Sestao, Portugalete y Santurtzi entre gritos de ‘La Naval ez itxi’ o ‘Ayer Euskalduna, hoy la Naval’, los trabajadores han destacado que La Naval «es hoy el mayor astillero privado de este país, con una capacidad constructiva para la construcción de grandes buques y que ha dado permanentemente buena muestra del saber hacer en construcción naval, adaptándose a las exigencias del mercado mundial».

En ese sentido, han asegurado que La Naval «no es un astillero obsoleto, sino todo lo contrario», y han recordado que, tras la privatización hace diez años, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) «se comprometió a diseñar un proyecto que garantizase los derechos de los trabajadores y la viabilidad de los proyectos industriales que no se han cumplido», por lo que, según han considerado, la SEPI «tiene una responsabilidad sobre el futuro de la Naval».

Los trabajadores han exigido una mesa de negociación «entre quienes tienen la responsabilidad política, empresarial y social de la situación actual de La Naval, que son Gobierno español/SEPI, Gobierno Vasco y comité/sindicatos del astillero», donde plantear que se abra «una negociación de un plan industrial que tenga como objetivos prioritarios mantener la capacidad productiva, sus instalaciones y plantillas actuales (fija, eventuales e industria auxiliar), participar en su gestión a través del accionariado y que la Naval sea considerada como un segmento generador de empleo, riqueza social y económica» en Ezkerraldea.

«Queremos un plan que garantice la viabilidad y el futuro de La Naval», han insistido, para advertir de que «el experimento inversor de la venta a distintos accionistas ya la hemos vivido durante estos diez años y hemos visto cómo se han cerrado otros astilleros, mientras que la Naval está al abismo del cierre y ante un concurso de acreedores que se piensa presentar antes del 7 de octubre».

«Algunos esperan la llegada de algún inversor, que no se sabe qué puede pretender hacer con el astillero, sus instalaciones, y sus trabajadores. ¿Alguien sabe de algún inversor que quiera perder dinero? ¿Cuánto tiempo duraría y qué haría después con el astillero?. Necesitamos gestores que entiendan más de construir buques que de concursos de acreedores y fondos buitre», ha añadido.

Los trabajadores han asegurado que «La Naval tiene futuro» y que «hay un mercado naval, europeo y mundo donde poder competir», pero han dicho que necesitan «de la participación y el apoyo de las instituciones vascas y españolas, si queremos que siga abierta».

«2.000 trabajadores y sus familias comen del astillero entre plantilla fija e industria auxiliar, aparte del sector servicios, y proveedores», han remarcado, para recordar que para Ezkerraldea «supone una fuente de riqueza social y económica que todos debemos de potenciar», porque, de lo contrario, «el paro y el empobrecimiento de la zona será el futuro que nos espera».

Por todo ello, han hecho un llamamiento a partidos políticos, sindicatos, asociaciones y a la población en general a que apoyen su lucha «hasta conseguir que La Naval sea un astillero rentable y competitivo».

«Hacemos un llamamiento a la unidad de todos en el objetivo de conseguir que el último gran bastión de la Margen izquierda que genera empleo y riqueza social siga botando en sus gradas buques, como fuente de empleo y futuro para nuevas generaciones, como otros lo hicieron por nosotros», han concluido.