Más de una veintena de parlamentarios británicos –en su mayoría escoceses y galeses, aunque hay representantes de los conservadores, liberales y laboristas–, ha suscrito un manifiesto en el que, al margen de sus discrepancias sobre la independencia de Catalunya, coinciden en que se trata de una cuestión que «debe ser decidida por el pueblo de Catalunya de una manera democrática y pacífica».

Por ello, se muestran «extremadamente preocupados por las medidas tomadas por el Gobierno español para impedir el referéndum, acordado por el parlamento catalán, que tendrá lugar el 1 de octubre».

Tras repasar estas medidas, subrayan que «la manera democrática de proceder sería que los opositores a la independencia catalana hicieran campaña de su posición en el referéndum. Esa fue la postura del gobierno del Reino Unido con respecto al referéndum de independencia de Escocia en setiembre de 2014».

Consideran que impedir la consulta «es una afrenta a la democracia y amenaza con embargar las relaciones entre Catalunya y el resto de España».

El segundo manifiesto cuenta con la rúbrica de alrededor de un centenar de académicos de universidades de Liverpool, Lancaster, Bristol, Belfast, Londres, Leeds, Swansea, Edimburgo, Oxford o Birmingham, entre otras.

Los firmantes, que trabajan en «los campos del derecho, los derechos humanos, la política, la sociología, la historia y los temas relacionados en el Reino Unido e Irlanda», muestran su preocupación ante una «represión política» que adquiera un «carácter severo y arbitrario que no se experimenta desde la dictadura franquista».

Además, desde un punto de vista jurídico, recuerdan que la suspensión de la autonomía está contemplada en la Constitución española «con el consentimiento previo de la mayoría del Senado español. No ha habido tal votación». Sea como fuere, estos académicos exigen el cese de la represión y que se «permita a los ciudadanos de Catalunya poder expresar libremente sus opiniones políticas».