Arnaitz GORRITI
RETABET.ES GIPUZKOA BASKET

Que este ascenso a la ACB sea por fin el definitivo

En un Josean Gasca lleno y en ebullición, los chicos de Porfi Fisac rompieron el duelo a partir del descanso.

RETABET.ES GBC 86

LEYMA CORUñA 68


Nadie podrá decir que a RETAbet.es Gipuzkoa Basket se le da mal ascender. Tres campañas en la LEB Oro y tres ascensos a la ACB. Ojalá fuera la última, y ojalá que la comunión lograda ayer en el Gasca se pudiera repetir y perpetuar en Illunbe o donde sea. Pero que la leyenda de «equipo ascensor» se termine con el choque de ayer.

Costaba recordar un ambiente tan entusiasta en los últimos tiempos de Gipuzkoa Basket, cosecha del éxito labrado a lo largo de la temporada, aunque la fonoteca, con sones de Raphael, provocara alguna indisposición. Sea como fuere, espoleado por ese ánimo, GBC saltó a por la yugular del partido, como bien se vio en el triple con el que Carlson estrenaba el marcador.

Claro que, como bien avisara Porfi Fisac en la previa, Leyma Coruña no venía de paseo al Gasca y aguantó bien los primeros envites, sobre todo gracias a la corpulente figura de Rowley. Javier Lucas –que protagonizó una jugada de cinco puntos en el que el local Ndoye pecó de bisoño– y Joan Creus –a golpe de triple– le tomaron el relevo, aunque Gipuzkoa Basket mantenía la cabeza gracias sobre todo al acierto de Sergi Pino y a la disciplina reboteadora de Slezas. Una canasta sobre la bocina del visitante Hernández elevaba el 40-36 en tiempo de descanso. Un resultado suficiente para los discípulos de Porfi Fisac, pero que no daba ninguna confianza.

Dos golpes definitivos

El arranque después del descanso fue el primer gran golpe de los de Fisac. Un parcial de 9-2, culminado por un gran triple de Ricardo Uriz, para que Gipuzkoa Basket pusiera rumbo al triunfo y Tito Díaz parase el reloj con 49-38 en el luminoso.

Dio igual que saltaran chispas entre Ndoye y Rowley, o que Zyle se sumara a la fiesta de los coruñeses dispuestos a aguarle la fiesta de Gipuzkoa Basket. La renta de los donostiarras se asentaba sobre la decena y el «que vamos a poder» o «que somos ACB» ya empezaba a tener visos de hacerse realidad. Porfi Fisac, enchaquetado de buen inicio, aplaudía en mangas de camisa porque los suyos se iban.

Y más cuando el arranque del período final trajo otro parcial, esta vez de 7-0, en el que Ndoye tuvo su instante de gloria, al enlazar un tapón sobre Olmos y un mate a la contra. El marcador, 70-53, no mentía. Aquello no podía escparse ya de ninguna manera. Xabi Oroz, reconvertido como base tras toda una carrera como escolta en categorías de formación, y Lander Lasa, con sendos triples, tampoco faltaban a la fiesta que se estaba formando en la cancha.

Otro triple de Lander Lasa servía para superar la veintena de diferencia, 79-58, y ya no había partido. «El año que viene queremos ACB» cantaba la grada, ya que no podía afirmar el «seremos», por cuenta de las cuitas económicas que habrá que arreglar. Pero la tarea deportiva ya estaba; solo se vive una vez y Gipuzkoa Basket se agarró a esa vida con uña y dientes.

Corte de redes, Ricardo Uriz sacando a sus hijos a darse un baño de gloria, manteo a Porfi Fisac... Gipuzkoa Basket, al menos en el parqué, regresa a la Liga ACB. Aún hay mucho que hacer. Ojalá sea la definitiva.