Ramon SOLA
IRUÑEA

UPN echa más madera para intentar que el cambio descarrile

Tras el euskara y la bandera navarra, UPN&punctSpace;cree haber hallado en el TAV un caballo de Troya para el cuatripartito. Hoy seguirá explotando el filón con una reveladora votación ganadora... en el Congreso de los Diputados. El Ejecutivo controlado por Geroa Bai es consciente de la trampa, pero se deja querer negociando con Madrid un acuerdo que –como muestra el episodio de Gasteiz-Burgos– resulta inverosímil.

UPN volverá hoy a aparcar su peculiar «navarrismo» para buscar en Madrid la victoria parlamentaria que ya no consigue en Iruñea. En una maniobra muy clarificadora, ha promovido una moción que insta al Gobierno español a desarrollar el TAV en Nafarroa y para la que se ha asegurado el voto de PP, PSOE y Ciudadanos (será interesante ver también cómo se posiciona el PNV). Concretamente, la proposición no de ley pide licitar este año los tramos Villafranca-Azkoien (Peralta) y Azkoien-Erriberri (Olite) y que de ello se encargue directamente el Estado.

La proposición encierra toda una trampa para el Gobierno de Uxue Barkos, a la que abrió la puerta el ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, ofreciendo en ‘‘Diario de Navarra’’ que si el Ejecutivo navarro no quería anticipar las obras, el español tomaría la delantera. Ocurrió unos pocos días después de que el propio De la Serna ofertara al vicepresidente económico navarro, Manu Ayerdi, un nuevo convenio en el que el coste del adelanto de los trabajos volvía a cargarse a las arcas navarras, y que lógicamente suscitó la indignación de los tres socios de Geroa Bai en el cuatripartito del cambio: tanto EH Bildu como Podemos e I-E advirtieron a Barkos de que estaban dispuestos a votar en contra de las partidas presupuestarias que se destinaran al TAV.

La envolvente de UPN, coordinada a todas luces con el PP, se desarrolla sin vergüenza alguna. Así, en el texto que hoy se votará en el Congreso se «reclama» que Madrid pague a Iruñea los 45 millones que le debe del Convenio anterior (el firmado por Miguel Sanz y José Blanco en 2010), con el que se construyeron algunos kilómetros de «corredor navarro» entre Cadreita y Villafranca. Como si UPN –y PP, y PSOE, y C’s– no supiera que De la Serna ya se ha comprometido públicamente a devolver los 45 millones. Como si la gestión para ello no la hubiera hecho Ayerdi. Y como si la deuda y ese infame Convenio ahora revocado –por el que Nafarroa se comía los intereses del crédito– no hubieran sido provocadas por un Gobierno de UPN...

Hasta aquí todo estaría bastante claro, si no fuera porque el Gobierno navarro controlado por Geroa Bai se deja envolver. El discurso que esta formación ha mantenido dentro del cuatripartito y que anteayer verbalizó la presidenta, Uxue Barkos, consiste en que es mejor firmar un acuerdo con el Estado porque permite controlar desde dentro el proceso y porque ello evita además una imagen de dejación respecto al TAV. A estas dos razones cabe añadir las obvias: Geroa Bai nunca ha visto con malos ojos esta macroinfraestructuras y a su hermano mayor del PNV tampoco le beneficia un «desmarque» navarro.

Así las cosas, la portavoz del Ejecutivo navarro, María Solana, dijo ayer que están avanzando una contraoferta ante Fomento, sobre la que no da detalles pero que confirma que Iruñea y Madrid siguen buscando algún tipo de acuerdo, que seguro no será del agrado de sus socios.

A estas alturas, la duda añadida es además si hay margen para otro convenio. Tanto el acuerdo programático, intencionadamente ambiguo en este punto del TAV, como Solana ayer aluden al transporte de mercancías como premisa ineludible para cualquier fórmula de alta velocidad. El episodio del tramo Gasteiz-Burgos de muestra que esto también es inviable. Una mentira más.