GARA
BILBO

Confebask maneja los datos para construir una «realidad central»

Si al hablar de sueldos se resalta que la media es de más de 2.000 euros; si al analizar los contratos se afirma que 8 de cada 10 trabajadores tiene uno indefinido; y si se acusa tanto a los sindicatos como al CRL de incidir en la «realidad marginal», entonces solo queda la «realidad central» que nos presenta Confebask.

Confebask prevé que este año se formalicen unos 75.000 contratos indefinidos en la CAV, la cifra más alta desde 2007, en un contexto de progresiva generación de empleo «de mayor calidad» propiciado, según afirma, por la buena marcha de la economía. Tras la celebración en Bilbo del Consejo General de la confederación patronal, su presidente, Roberto Larrañaga, auguró que este será un año mejor de lo esperado, por lo que han revisado al alza su previsión de crecimiento cinco décimas más, hasta el 3% del PIB.

Según sus estimaciones, las nuevas afiliaciones a la Seguridad Social se elevarán a unas 20.000, 4.000 más que las calculadas inicialmente, de manera que a finales del año la tasa de paro rondará ya el 10%. No obstante, esa tasa no solo depende de las altas, sino también de las bajas, que se están produciendo a mayor ritmo, entre otras razones, por jubilaciones.

Larrañaga aseguró, en contra de análisis sindicales y aunque queda camino por recorrer tras años de crisis, que «la norma no es la precariedad» en el mercado laboral, pese al mensaje lanzado por «algunos con ánimo más de crítica política que de construcción social». Resaltó que la contratación indefinida ha crecido en el primer semestre a un ritmo del 14,4%, mientras que la temporal lo ha hecho al 4,8%, y que el índice de temporalidad es hoy menor incluso que antes de la crisis, de manera que en las empresas de la CAV casi 8 de cada 10 trabajadores tienen un contrato indefinido.

Usar esos porcentajes puede servir para manipular la realidad, puesto que en estos momentos, con un altísimo número de contratos temporales, es difícil que puedan seguir incrementándose a un ritmo alto.

Como recordó la agencia Efe, la fotografía del mercado laboral de Confebask contrasta también con la mostrada el miércoles por el Consejo de Relaciones Laborales (CRL), que evidenció las «muchas sombras» existentes debido a la «relevante» pérdida de la calidad del empleo, con un aumento del peso de los contratos temporales y un incremento de la contratación a tiempo parcial, entre otras causas. En alusión a ese tipo de análisis, el director general de Confebask, Eduardo Aréchaga, dijo que «no vale que organismos sociolaborales estén abordando una realidad marginal, no una realidad central». La patronal incidió en que la recuperación ya se está trasladando a la «economía real», con el descenso del paro, el aumento de la contratación indefinida e, incluso, incremento de salarios.

Siguiendo a contracorriente, Confebask sostiene que los sueldos están subiendo en la CAV en función de la competitividad de empresas y sectores; concretamente, un 1,6% en los convenios de empresa para este año.

Txiki Muñoz acusa al Gobierno de Iñigo Urkullu de «alimentar la ignorancia social»

El secretario general de ELA acusó ayer al Gobierno de Iñigo Urkullu de «alimentar la ignorancia social» para poder continuar con ajustes y recortes «brutales» disfrazados de «acuerdos técnicos». En una entrevista en Radio Euskadi de la que se hizo eco Efe, Txiki Muñoz sostuvo que los acuerdos firmados recientemente entre el PNV y el PP «condicionan la política del día a día, aunque se nos dice que son técnicos, y se nos explica de una forma casi ininteligible». «El Gobierno Vasco, con el PNV a la cabeza, tiene un gran aparato de propaganda, pero muchas veces los resultados de las estadísticas en las que recogen la opinión ciudadana están manipuladas en la medida en que la gente no se ha enterado de lo que le cuentan», comentó. Tras emplazar al Ejecutivo autonómico a «que explique a la sociedad qué es la regla de gasto que ha acordado con Madrid», indicó que «significa que, aunque una administración tenga más dinero para gastar, no puede invertirlo en necesidades sociales, sino que obligatoriamente está destinado a pagar la deuda pública». GARA