Agustín GOIKOETXEA
BILBO

El PNV pretende escenificar un debate amañado sobre residuos en Bizkaia

La Diputación presentará el 30 de octubre al Consejo para la Sostenibilidad la última revisión del II Plan Integral de Gestión de Residuos Urbanos de Bizkaia (PIGRUB), a partir de la que quiere abrir un debate en el que no se cuestiona ninguno de los ejes de su política.

Los grupos políticos representados en las Juntas Generales ya disponen del documento completo en el que se realiza la tercera revisión del II Plan Integral de Gestión de Residuos Urbanos de Bizkaia (PIGRUB), en el que se actualizan los datos de generación y gestión que se han producido en el periodo 2012-2016, así como de los aspectos relativos a los cambios normativos y estratégicos que se han podido producir en este tiempo. Ese análisis es el que presentará la diputada Elena Unzueta a los integrantes del Consejo para la Sostenibilidad en la sesión convocada para el 30 de octubre.

El objetivo principal es que el Consejo prorrogue el II PIGRUB hasta 2020, de cara a aguardar a las modificaciones en la directiva marco de residuos, así como las de vertederos, envases, vehículos al final de su vida útil, pilas y acumuladores, y aparatos eléctricos y electrónicos que se van a implementar dentro del paquete de Economía Circular. Se trata de prorrogar un plan que caducó hace diez meses y no ha logrado los objetivos fijados por la Unión Europea.

Se pospone así abordar en lo que queda de legislatura un tercer PIGRUB, que tendrá como fecha de caducidad 2030, si no hay alguna nueva directriz desde la UE. Lo cierto es que a nadie se le escapa que no es posible alcanzar un consenso entre todas las fuerzas políticas, ya que EH Bildu y Podemos no comparten el modelo de gestión de las basuras que se sustenta principalmente en la incineración.

A pesar de ello, el Gobierno de Unai Rementeria sigue tratando de transmitir a la opinión pública que hubo y hay un consenso en estas políticas, obviando que la izquierda abertzale estaba ilegalizada cuando en 2005 se aprobó el II PIGRUB y que EA, que en su día lo apoyó, ya no lo hace. No hubo un debate social y tampoco lo habrá, pues en el Consejo para la Sostenibilidad tan solo se sientan los grupos políticos representados en las Juntas Generales e igual número de vocales de la Diputación.

Los críticos abogan por un plan que priorice la reducción, reutilización y reciclaje frente a la incineración, algo que no contempla el PNV ni sus socios. El mantra de que «en Bizkaia las basuras no son un problema» se repite sin que se admita disidencia alguna, tal y como quedó en evidencia en la comparecencia del pasado lunes de Unzueta en las Juntas Generales.

La diputada insistió en que no se cuestiona el papel que deben jugar en el sistema Zabalgarbi, la planta de tratamiento mecánico biológico de Arraiz ni la de compostaje en Artigas.

Zabalgarbi, un escollo

«Zabalgarbi es una infraestructura sobredimensionada, contaminante y el principal escollo para alcanzar las cuotas de reciclaje requeridas por los planes europeos», defienden los críticos. Ecologistas insisten en que el sistema de recogida «en masa sigue siendo el mejor método para dar de comer a Zabalgarbi».

«Una recogida selectiva adecuada en origen haría disminuir de manera muy importante las toneladas que hoy en día van a parar a la incineradora», aseguran quienes apuestan por un cambio radical. Fueron 214.965 toneladas en 2016. La Comisión Europea quiere que la tasa de reciclaje para 2030 alcance el 65%, situándose al final de la vigencia del II PIGRUB en el 40%, que llega al 43,78% si se incluye el porcentaje de reutilización y el del compostaje.

En valores absolutos, según se recoge en la tercera y última revisión, la fracción con mayor volumen de toneladas recogidas de forma selectiva es la de los residuos de construcción y reparación domiciliaria, de la que se acopiaron 76.778 toneladas en 2016, seguidas por el papel-cartón con 76.608 y el vidrio con 25.355. En el caso de los envases ligeros, la cifra total de toneladas recogidas y recicladas, ha sido de 15.961.

Los autores del informe, la consultora Cima, estiman que las cifras de recogida «tienen un margen de mejora, por lo que dan por buenas campañas de concienciación como la puesta en marcha en mayo por la Diputación bajo el lema ‘‘Gero arte. Recicla y haz que vuelva’’.

 

La credibilidad de los datos, en entredicho

Los últimos datos ofrecidos por la Diputación sobre la gestión de los residuos urbanos en Bizkaia genera ciertas suspicacias en la oposición y entre los ecologistas, por lo que se pide aclaración sobre cómo se obtienen ciertos números. No se conoce la metodología a través de la que se logran las cifras dadas a conocer el lunes por la responsable de Sostenibilidad y Medio Natural, lo que provoca dudas, especialmente después de lo que en el pasado ha sucedido con los porcentajes de cumplimiento del II PIGRUB.

Respecto a los análisis que realizan los autores de la revisión final del II PIGRUB, se descubren lagunas, sobre todo al detectar las causas de un nivel bajo de compostaje. «El fracaso de la recogida orgánica se debe a que no han dedicado recursos suficientes hasta el último año, y ni siquiera así han garantizado su implantación en Bizkaia. Se les ha olvidado que el PNV lleva años rechazando las propuestas de la oposición para que el contenedor marrón llegase a todos los municipios», denuncian los críticos con la gestión foral. A.G.