Agustín GOIKOETXEA
BILBO

LAB pide que las subcontratas estén en la mesa para «salvar» a La Naval

LAB exigió ayer que la mesa que se constituya para «salvar» la actividad de La Naval cuente con la representación de las subcontratas, que aportan a unos 1.800 de los 2.000 operarios de la plantilla total. «El futuro del astillero no puede pasar por un modelo laboral continuista basado en la explotación y precarización de las condiciones laborales, y eso solo puede garantizarse con la participación de los trabajadores de las subcontratas», defendieron.

Integrantes de la Federación de Industria de LAB, acompañados por delegados en empresas subcontratadas por La Naval, reivindicaron ayer en una comparecencia en Bilbo protagonismo para el 90% de los operarios que trabajan para el astillero. La central defiende que los 1.800 trabajadores subcontratados participen a través de sus representantes en la futura mesa que los sindicatos reclaman para abordar el futuro de la empresa, y no solo la del comité elegido por los 215 empleados directos.

Asier Goitia, delegado en la empresa Pine, confesó que quienes trabajan en las subcontratas se sienten «en la sombra». «Apoyamos a La Naval en todo lo que se está desarrollando, pero siempre se habla de los 2.000 trabajadores y en las reuniones solo están los 215 contratados directamente por el astillero», se quejó. Por ello, argumentó Goitia, su propuesta es que a «las contratas, que son la parte más débil de esta situación, se nos vea en algún momento de cara a las instituciones».

LAB denunció que la privatización de La Naval en 2004 trajo consigo «un modelo laboral basado en la subcontratación más salvaje y, consiguientemente, en la precarización de las condiciones laborales». Sus consecuencias, enumeraron, «la no aplicación de un convenio mínimo de referencia, dobles escalas salariales, jornadas interminables, trabajadores que han tenido que dejar el puesto de trabajo porque no les pagaban el sueldo». Entienden que cualquier fórmula de futuro debe suponer un cambio radical de modelo.

«El problema es que hasta ahora se ha dejado hacer a las empresas lo que han querido», lamentó Agapito Valle, miembro de la Federación de Industria, en relación al supuesto interés de la Diputación por elaborar un «mapa de subcontratas» en Bizkaia. «La cuestión no es hacer un mapa –tal y como avanzó el diputado de Desarrollo Económico y Territorial, Imanol Pradales–, sino que haya voluntad de garantizar que se cumplan unas condiciones mínimas de trabajo dentro de la empresa».

Lakua, «mirando a otro lado»

La central considera que el naval es un «sector estratégico» para el país, pero duda de que el Ejecutivo de Lakua piense en términos similares. «La falta de política industrial está teniendo consecuencias dramáticas y la única que está ejerciendo el Gobierno Vasco es la de dejar hacer a las grandes empresas y que empresas de capital vasco sean vendidas al capital extranjero», denunciaron.

«El sector naval es estratégico para Euskal Herria por el empleo que genera en la comarca de Ezkerraldea y por las sinergias que crea con otras empresas industriales. El Gobierno Vasco tiene que apostar por este sector productivo dentro de la elaboración de un plan industrial. Un sector controlado local y públicamente mediante una sociedad de capital riesgo del Gobierno Vasco o por instituciones», defendieron.

Respecto al papel que está jugando el Gabinete Urkullu en la crisis de La Naval, Iratxe Azkue, de la Federación de Industria, dijo que su sensación es que «está mirando a otro lado. Con la privatización se comprometió a hacer un seguimiento y a crear una mesa en la que iba a tomar parte para que no se llegara a la situación de hoy en día, y esa situación ha llegado».

 

El comité solicita a la Diputación que respalde al astillero ante la banca y los inversores

El comité de La Naval mantuvo ayer una reunión de media hora con el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, y los responsables forales de Desarrollo Económico y Empleo, Imanol Pradales y Teresa Laespada, en el que les solicitaron que la Diputación respalde la imagen del astillero sestaoarra de cara a atraer posibles inversores, actúe como garante ante la banca a la hora de lograr financiación para construir una de las dragas encargadas y dé «un balón de oxígeno» a las empresas de la industria auxiliar en forma de aplazamiento de pagos fiscales mientras dure el procedimiento concursal.

Los interlocutores forales les prometieron que «harán lo posible» por colaborar en cumplir esas peticiones y que lo «que esté en sus manos no van a dejar de hacerlo», expuso un portavoz sindical a Europa Press. Además, apuntaron a que, en esta fase del concurso, lo más importante desde su punto de vista es «vigilar» el proceso y «dar continuidad a los trabajos para mantener la actividad» del astillero de cara a no deteriorar su imagen ante los posibles inversores dispuestos a plantear ofertas por hacerse con la empresa.

La representación sindical también trasladó a la Diputación que el administrador concursal elegido para coordinar el proceso concursal, Ignacio Barainca Vicinay, de ATTEST Integra SLP, les transmite «confianza» porque, tras consultar con otras empresas donde ha desempeñado sus funciones, ha actuado de forma «profesional y ha trabajado por mantener la actividad de las empresas».