Claramente el Athletic está pasando por una fase de la temporada en la que no carbura. Una victoria en los últimos ocho partidos que ha disputado en las diferentes competiciones es buena muestra de ello. Daba la sensación de que el triunfo frente al Sevilla –ese es precisamente el único marcador favorable que ha protagonizado– podría generar un repunte en la trayectoria de los leones, pero el desplazamiento a tierras suecas echó por tierra esa sensación.

Pese a que en el último momento se lograse un empate para la esperanza, la mala imagen ofrecida por los de Kuko Ziganda frente al Östersund abre de nuevo el cajón de las dudas sobre qué Athletic se verá en Butarque. De momento, el técnico navarro va a tener que llevar a cabo variaciones motivadas por el estado físico de algunos de sus jugadores.

Así, deberá buscarle sustituto a Balenziaga, quien tuvo que retirarse lesionado al descanso del encuentro europeo, tras sufrir un fuerte esguince en su tobillo izquierdo. En principio, Enric Saborit es su reemplazo natural en el lateral izquierdo, amén de que no tiene muchas más opciones para solventar el problema.

Tampoco San José

También está obligado a buscar una solución para la baja de Mikel San José, aquejado de una «molestia lumbar», lo que ya le impidió viajar a Suecia. Beñat, que no participó en la cita del Jämtkraft Arena, se perfila como una de las opciones, a la par que Ander Iturraspe. Dadas sus diferentes características, según quién salte de inicio el Athletic dejará entrever cuáles son sus intenciones en el estadio pepinero, bien llevar la iniciativa, o bien sujetar la medular para evitar verse sorprendido.

Junto a ellos, también son ausencias seguras Yeray, De Marcos y Muniain, a los que podría sumarse Mikel Rico, que arrastra problemas físicos en las últimas semanas. Solo en dos oportunidades se ha medido la escuadra rojiblanca al Leganés, ambas la campaña pasada. Sendos partidos acabaron con empate, sin goles en el caso del jugado en Butarque.