GARA
BILBO

«Don Pascuale» subirá a escena, aunque sea solo a piano

ABAO aseguró ayer que, pese a la anunciada huelga laboral de los maestros de la OSE, mantiene las cuatro funciones de «Don Pasquale», aunque se tenga que interpretar «a piano».

El presidente de la Asociación Bilbaina de Amigos de la Ópera, Juan Carlos Matellanes, señaló que a día de ayer se mantenía la convocatoria del paro de los profesores de la OSE, que afectará a las cuatro representaciones programadas los días 18, 21, 24 y 27 de noviembre.

La obra cuenta con un reparto «de lujo», encabezado por el tenor Carlos Chausson y la soprano Jessica Pratt, quien debuta en Bilbo en el papel de la astuta Dorina, la protagonista femenina del enredo cómico-amoroso. También debuta en la temporada de ópera bilbaina el director musical Roberto Abbado.

La «fastuosa y grandilocuente» producción proviene del Maggio Musciale Florentino y fue concebida por Jonathan Miller, quien situó la acción en una gigantesca caja de muñecas alemana del siglo XVII.

Matellanes lamentó que el paro convocado solo afecte a sus representaciones operísticas, ya que la huelga no incidirá en la temporada de abono de la OSE. Expresó su deseo de que los responsables de los trabajadores y de la agrupación musical, dependiente del Gobierno de Lakua, lleguen a un acuerdo antes del sábado y las cuatro funciones de la obra puedan desarrollarse con toda la orquesta.

No obstante, en el caso de que la huelga se mantuviese vigente durante las fechas de convocatoria, la ABAO ha previsto llevarla a cabo con el solo acompañamiento musical de un piano, tocado por «un pianista de renombre» cuya identidad no ha querido hacer pública todavía. El presidente de la ABAO señaló también que, por el momento, los ensayos se están llevando a cabo con normalidad con los maestros de la OSE en el foso y que esta tarde se llevaría a cabo el gran ensayo general.

Preguntado el maestro Roberto Abbado por la repercusión que tendría en el apartado musical la puesta en escena de la ópera solo con la música de un piano, reconoció que «no tiene comparación hacer música con una orquesta a hacerla con un piano solo».

«Se perdería mucho», dijo, para añadir que le produce «mucha tristeza» que «los músicos tengan problemas» como los que les pueden abocar a secundar una huelga.

Atmósferas líricas

«La diferencia entre hacerla con orquesta y con piano es más que enorme, para los cantantes también –subrayó–. Para estos no es lo mismo conseguir los mismos matices y atmósferas líricas con el arrope de una orquesta o sin ella».

En cuanto a la partitura afirmó que es «muy complicada» y que la orquestación ideada por Donizetti «es muy pesada y fuerte, lo que requiere que la orquesta tenga que tocar muy liviano, algo que resulta muy difícil de conseguir para los ejecutantes».

«Si no se toca ligero, la brillantez de la obra se pierde y si no hay brillantez no se puede conseguir la tristeza que hay en esa ópera, que es cómica, pero triste y patética al mismo tiempo», concluyó Abbado.