Iñaki TELLERIA
Athletic

Spartak de Moscú, a jugar con la ruleta rusa

El verdadero potencial de este equipo no se conocerá hasta que llegue la eliminatoria en febrero debido al parón invernal de su liga.

A los propietarios de la petrolera Lukoil, la mayor de Rusia y la que más reservas tiene en el mundo junto a Exxon, algunos de ellos confortablemente instalados en el palco de Old Trafford, les recorrió el cuerpo un escalofrío cuando el pasado jueves, a eso de las 22:30 de la noche, veían la marca de su empresa en las camisetas de unos jugadores que abandonaban el campo del Liverpool humillados tras haber recibido siete goles. Eran los futbolistas del Spartak de Moscú, uno de los caprichos de los petroleros, quienes bajaban la cabeza avergonzados.

Haría mal el Athletic si la imagen que guarda en su retina es esa misma, la de unos jugadores descompuestos en el día grande de los Coutinho, Salah y compañía. Lo cierto es que, en un partido en el que tenían opciones de meterse en octavos de la Liga de Campeones, se vieron desarbolados desde el comienzo por los muchachos de Klopp.

«El Spartak perdió el partido de Liverpool en el vestuario», gritó el presidente de la Unión de Fútbol de Rusia y vicepresidente del Gobierno, Vitali Mutkó. No lo tuvo fácil su entrenador, el italiano Massimo Carre- ra, para explicar el estropicio de un equipo que se hundió casi sin explicación. De hecho, en el partido jugado en el Otkrytiye Arena de Moscú –45.000 aficionados– habían empatado a uno y en la siguiente jornada le metió cinco al Sevilla y se puso como líder de grupo. Sin embargo, y a pesar de que en la Liga rusa estaba en su mejor momento –a la caza del líder Lokomotiv junto a Zenit, Krasnodar y CSKA– el bloque se vino abajo y la pobre segunda vuelta de la fase de grupos con dos derrotas y un triste empate –en casa con el Maribor– le mandaron de cabeza a la Europa League.

El consuelo le ha llegado este fin de semana con la victoria por 3-0 en la competición de casa contra el propio Lokomotiv, en uno de los derbis moscovitas. El Spartak llega así al parón invernal de la Liga –desde esta semana hasta el primer fin de semana de marzo– con cierta recuperación en el ánimo. Nos encontramos así ante un equipo que es capaz de lo mejor y también de lo peor.

Un descanso impredecible

Los técnicos del Athletic se hartarán ahora de ver vídeos del equipo ruso, sin embargo el estado de forma de los jugadores y su capacidad para competir al máximo nivel no se verá hasta el mismo momento del partido de ida contra el Athletic.

Esta segunda pretemporada es un reto para entrenadores y preparadores físicos por la dificultad que entraña conseguir que jugadores que llevan semanas sin competir alcancen el nivel de otros cuyas ligas están en plena efervescencia precisamente por esas mismas fechas.

Por de pronto, el Athletic ya tiene experiencia en eliminar a equipos de Moscú. Lo hizo en la Recopa de la temporada 73/74 con el Torpedo y en la 2011/12 con el Lokomotiv con Bielsa. Por otra parte, la única vez que se han enfrentado Athletic y Spartak fue en 1976 en Badajoz en la final del veraniego Trofeo Ibérico con victoria rojiblanca 3-2.

 

«Moscú es un buen sitio para empezar el camino hacia la final»

En las filas rojiblancas manda el optimismo, a pesar de reconocer la dificultad que entraña jugar un partido en Moscú en febrero.

Kuko Ziganda calificó al rival de «muy atractivo, campeón ruso, equipo fuerte, con capacidad ofensiva y con facilidad para hacer goles. Es un viaje un poco largo, pero compensa que es a una ciudad maravillosa», valoró el técnico.

Mikel Rico prefería a Dortmund o Nápoles «por ser partidos bonitos para que viaje nuestra gente» y destacó «la ventaja de que la vuelta es en casa»

Por su parte, Mikel San José reconoció que le hubiera gustado jugar contra el Celtic de Glasgow, «una eliminatoria bonita para ambos, pero Moscú es un buen sitio para empezar el camino hacia la final de una competición que me trae tan buenos recuerdos».I.T.