Natxo MATXIN
SEGUNDO RELEVO EN EL BANQUILLO ROJILLO EN LO QUE VA DE CAMPAñA

Otra esperpéntica vuelta de tuerca a la delicada situación de Osasuna

Ahora mismo, todo es posible en Osasuna. Su delicada situación deportiva y una junta directiva que encadena error tras error provocó ayer una nueva esperpéntica situación. Tras ocho partidos con una única victoria, Joaquín Caparrós fue cesado como técnico dos meses después y en su lugar fue designado el director deportivo Petar Vasiljevic.

Se trata de una decisión que suena más a castigo que a reconocimiento. Así lo justificó el presidente del club, Luis Sabalza: «Es la mejor persona para dirigir al equipo porque es quien más cree en la plantilla y así lo ha manifestado a lo largo de este tiempo». Hay que recordar que Vasiljevic fue quien recomendó el relevo de Enrique Martín y quien validó los once fichajes realizados el pasado verano, por lo que su responsabilidad en la marcha del equipo es más que patente.

El máximo dirigente rojillo desveló, además, que el serbio será, pase lo que pase, preparador del primer equipo «hasta el final de temporada», lo que tampoco es mucha garantía, si tenemos en cuenta que la actual junta directiva ha cesado a cuatro entrenadores en los dos años que lleva en el cargo. Vasiljevic se rodeará de técnicos de su confianza –Alfredo será segundo–, mientras que Andoni Goikoetxea y Alberto Carmona, ambos en la secretaría técnica, le liberarán de su actual trabajo como director.

Sabalza argumentó la decisión de rescindir el contrato de Caparrós –se le había firmado para lo que resta de campaña y la próxima– en los «malos resultados» y Vasiljevic optó por mantener en el anonimato el contenido de las conversaciones con algunos futbolistas respecto a la relación con el entrenador utrerano, lo que alimentó más todavía las sospechas de que esta no era buena.

«Lo que he percibido ahora en el vestuario no me ha hecho ser optimista y era necesario realizar un cambio de figura para dar un impulso hacia otra dirección», se limitó a decir el nuevo técnico. Por su parte, el presidente admitió que «probablemente tengamos que asumir el error por traer a Caparrós», que su despido se lo comunicó el director general, Fran Canal –nadie de la directiva ha hablado con el entrenador andaluz–, y que el coste total de la indemnización no se conocerá «hasta la próxima semana».

Ayudante de equipos juveniles

Vasiljevic, cuya única experiencia en los banquillos se remonta a la etapa entre los años 2008 y 2010 en la que fue ayudante en sendos equipos juveniles, apostó por que el equipo recupere valores como la «intensidad, lucha y entrega», en función del «orgullo propio de cada futbolista». «Puedo devolver el nivel que creo pueden tener estos jugadores y el espíritu que hemos perdido», se postuló.

El examen a sus capacidades será inmediato. Le aguarda un mes «trascendental» y el primer plato del exigente menú será un Valencia «muy herido y con grandes nombres». También le tocará lidiar con una grada propia muy crítica con sus decisiones técnicas –El Sadar ha escuchado el «Vasiljevic, dimisión»–, pero el serbio indicó que «no tengo miedo y hay que respetar lo que piense y opine la gente».

Ni a él ni a Sabalza les gustó un pelo que se le recordara la condición de investigado en el denominado caso Vizcay. «Vamos mal si pensamos que porque se esté investigado ya no se puede trabajar», espetó con cierto tono de enfado el presidente, mientras que Vasiljevic tildó de «fea» la pregunta y rememoró que «ese fue el peor día de mi vida».