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IKUSMIRA

Nafarroa tiene los zapatos de cemento


Como supongo que lo de meterse en política tiene como objetivo cambiar las cosas y no ganar elecciones, exactamente al terminar esta frase se acabará mi mención al porrazo del domingo. El problema más complejo que tiene hoy Nafarroa es la crisis del Canal, porque está resultando una ruina y amenaza con mandar a pique a 3.000 terratenientes navarros. Y si esos 3.000 dejan de pagar el canon, el Canal pasará de agujero a pozo sin fondo. Y casi (casi) hasta me da igual quién empezó esta locura, porque lo importante es solucionar el desaguisado.

A grandes rasgos, lo que pasa es lo siguiente. Se diseñó la obra previendo que tendría unos ingresos y que los usuarios podrían pagar el 50% del coste. Pero esas cuentas se hicieron mal o se inflaron. Quizá por aquello de que quienes iban a trincar eran Andrés Sanz (hermano de Miguelico) y su primo Antonio. Ahora, el Estado se ha hartado de poner pasta para tapar el agujero y pretende que los usuarios del agua arreen y asuman ese 50% del coste de la obra.

Pero para pagar la subida en el precio del agua que supone pagar el 50% del Canal, lo más viable sería que los agricultores plantasen marihuana o, directamente, hoja de coca. Con maíz o con cebollas, la cosa no da.

A mi modo de ver, Nafarroa se ha manejado de forma mafiosa. Sobre todo, en temas de construcción. Esa es la famosa herencia que los navarros hemos recibido: unos enormes zapatos de cemento como los que usan los gángsters en las películas para deshacerse de los cadáveres en la bahía. O nos los quitamos o nos hundimos. Así que, manos a la obra.