GARA Euskal Herriko egunkaria
IKUSMIRA

Médicos o cuñados, datos o insultos


Arranco esta reflexión haciendo una confesión que no por obvia me gustaría pasar por alto: cuando enfermo, acudo al médico, y no al batzoki. Manías mías, dirán algunos. Pero ese es el motivo por el que me merecen más credibilidad y respeto los médicos y expertos que alertan de los riesgos de la incineración que los representantes políticos que, con argumentos propios de unos cuñados cualquiera, se dejan la piel en explicarnos las bondades que traería consigo la construcción de la planta de Zubieta.

El Top Ten de este dudoso ranking lo lidera Iñaki Anasagasti, que se permite el lujo de llamar «mangarranes» a los numerosos profesionales de la salud que han alzado su voz contra la incineradora y se pregunta si les han dado el título «en una tómbola». Desde su tribuna de tertuliano que de todo sabe, les acusa también de tener un sesgo político. Él, a quien no se le conoce más oficio en las últimas décadas que vivir de la cosa pública. ¿Qué oscuros intereses puede tener su partido en la construcción de esa planta?

Resulta llamativo que ni tan siquiera el Colegio de Médicos de Gipuzkoa lograra encontrar a médicos dispuestos a defender públicamente el proyecto de la incineradora. Una de dos, o los beneficios son tan evidentes que no creen necesario abundar en el tema, o todo lo contrario. Juzguen ustedes.

Las palabras de Anasagasti y otros ávidos opinadores se califican por sí solas. Insultos y lamentables intentos de desprestigio frente a profesionales que aportan datos, experiencias e informes. Poco más que añadir.