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La huelga de estibadores es prácticamente total en el Estado

Los trabajadores de la estiba de los puertos de Bilbo y Pasaia secundaron ayer, al cien por ciento, la huelga convocada tras el fracaso de la última reunión de negociación a nivel estatal con la patronal, que no asegura la subrogación de los contratos tras la entrada en vigor de la liberalización del sector decretada por las autoridades europeas.


Como ocurrió en los de Bilbo y Pasaia, el seguimiento de la huelga fue prácticamente total ayer en todos los grandes puertos del Estado español por parte de los cerca de 6.500 trabajadores que forman el colectivo de estibadores. Concretamente, la primera jornada de este paro de 48 horas, que comenzó a las ocho de la mañana, dejó seis buques parados en las instalaciones de Santurtzi y otros dos en las de la bahía guipuzcoana.

La Autoridad Portuaria de Bilbo (APB) informó de que, de los once barcos que había en el puerto por la mañana, cuatro eran de graneles líquidos, por lo que trabajaban con normalidad, y que un buque portacontenedores partió al haber terminado las labores en el turno de noche. Otro buque que estaba incluido en los servicios mínimos no pidió servicio de estiba, por lo que estaba parado.

En Pasaia, el presidente del comité de estiba, José Ángel Izquierdo, aseguró que estaba paralizadas «absolutamente todas las actividades» en esta dársena. «Se han paralizado dos buques de productos siderúrgicos, uno de carga y otro de descarga, así como el resto de operaciones de tierra», precisó.

Los estibadores solo están obligados a prestar servicio en los supuestos de mercancías perecederas, buques mixtos de pasaje y mercancía (para garantizar el tráfico entre la Península y las islas Canarias y Balears, así como con Ceuta y Melilla), y emergencias.

El presidente de la Asociación Sindical de Estibadores Portuarios (ASEP), Miguel Rodríguez, puntualizó que «estos servicios mínimos son para las mercancías perecederas y de primera necesidad, y las vitales para las industrias, además de los buques de pasaje y un barco de ayuda humanitaria que, desde el primer momento, los estibadores garantizaron que no encontraría ningún problema de retención por este conflicto laboral».

Impacto económico

Esta huelga afecta a un sector clave de la economía, el de la carga y descarga en los puertos marítimos, instalaciones por las que cada año pasan el 86% de los productos que entran en el Estado y el 60% de los que se exportan; en total, mercancías valoradas en unos 350.000 millones. El Ministerio español de Fomento estima que las tres jornadas de paros parciales secundadas la pasada semana han generado pérdidas por unos 36 millones de euros.

El presidente de la ASEP replicó subrayando que quienes apelan a los costes económicos deberían exigirle al Gobierno de Mariano Rajoy que sea «serio en la información» que da, ya que es «imposible contrastarla porque no hay ninguna empresa en el país que sea capaz de calcular cuál es el gasto que se tiene al final de un periodo de huelga».

«Solo podrán decir que hoy se ha dejado de ganar ese dinero, pero que se facturará mañana, porque se va a descargar la mercancía», comentó Rodríguez.

Por su parte, la Autoridad Portuaria de Bilbo apeló al diálogo entre estibadores y patronal para alcanzar un acuerdo. «Si la situación de huelga se mantiene –señaló–, la actividad de las empresas que importan o exportan por vía marítima materias primas u otros productos elaborados se verá afectada, su productividad descenderá y ello redundará en su competitividad y en la del propio puerto y las empresas que en él trabajan».

Los sindicatos de la estiba (Coordinadora de Trabajadores del Mar, UGT, CCOO, CIG y CGT) tienen previsto continuar con las movilizaciones la próxima semana, de lunes a domingo, con nuevos paros en las horas impares, si las empresas no asumen la garantía y regularidad del empleo y las retribuciones mínimas recogidas en el convenio de la Organización Internacional del Trabajo, en referencia a las garantías de mantenimiento del empleo y la subrogación de trabajadores.

«Esperamos que el Gobierno y la patronal tomen buena nota de esta muestra de unidad en defensa de los derechos de los trabajadores de la estiba, y atiendan las reivindicaciones planteadas, cuyo objetivo es asegurar el cumplimiento de los derechos de los trabajadores», explicaron desde UGT.

Declaraciones

«Los estibadores somos optimistas por naturaleza, pero la pelota ahora no la tenemos nosotros, sino una parte de las empresas. Esperemos que cambien de opinión y que sea posible un acuerdo»

Xavier Tàrrega

Portavoz de los estibadobres de Barcelona

«Solo hay una fórmula: que las empresas digan que nos contratan subrogados y que pertenecemos a su plantilla»

Miguel RODRÍGUEZ

Presidente de ASEP