Raimundo Fitero
DE REOJO

En vías de...

Todavía tengo el olor de la última hoguera metido en mi memoria sensitiva. Un rito más. Quemar la casa. Quemar lo que molesta. Quemar, simbólicamente, los malos recuerdos. Celebramos con fuego como hace cientos de miles de años. Una noche liberadora. Una mañana de reciclaje de cuerpos y almas. Y la vida informativa se empeña en seguir siendo tan tosca y previsible que cuando olemos a eucaliptos quemados sabemos que va a venir una desgracia, o que como dice la retórica, el incendio está en vías de extinción. Me gusta este soporte, “en vías de…”. Menos cuando es aplicado por los cien mil novelistas del Ministerio del Interior, es decir de esos cuerpos y fuerzas de seguridad que crean una cierta inseguridad jurídica y/o política. Lo dijo esa mujer atrapada en un referéndum, Theresa May, de una manera circundante pero que venía a decirles a los británicos que iba a recortar libertades porque lo principal era mantener la seguridad. Y eso sí lo manifestó alto y muy fuerte, estaba de acuerdo con lo de disparar a matar. ¿No necesitan información? Sí, pero prefieren engañarse con la aplicación de la fuerza extrema. Es su mentalidad violenta.

Pues bien, en España, detienen a unos supuestos yihadistas y en el comunicado oficial dicen que «estaban en vías de planificar un atentado». Esta fraseología me trae malos pensamientos y peores recuerdos. O sea, que como están tan acostumbrados a pasarse la más mínima presunción de inocencia por sus hormonas franquistas, los detiene por pensamiento e intención subconsciente. Yo puedo estar ahora mismo en vías de planificar un asalto a un banco. O de prepararme un salmorejo. Incluso de echarle los tejos a la señora May. Y me pueden detener por cualquiera de esas cosas. O por la que les dé la gana. Mientras esté “en vías de...” estoy a su merced.