Firmeza y compromiso ante el referéndum de Catalunya

A menos de un mes para la cita con las urnas, un acto celebrado ayer en Bilbo con protagonistas de peso en el espectro político y social de Euskal Herria y Catalunya respaldó el 1-O.

Todas las miradas están puestas en Catalunya, no solo por lo que suceda de aquí al 1 de octubre, sino por lo que pueda desencadenarse después. Ayer, representantes del ámbito político y social de Catalunya y Euskal Herria se dieron cita en el Kafe Antzokia de Bilbo en un acto de apoyo al referéndum de independencia. Figuras de peso como el portavoz del Govern, Jordi Turull, el portavoz de ERC en el Congreso español, Joan Tardà, y el presidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez, estuvieron acompañadas de los portavoces de EH Bildu y PNV en el Parlamento de Gasteiz, Maddalen Iriarte y Joseba Egibar, respectivamente, y la portavoz de Gure Esku Dago Zelai Nikolas.

Resultó por tanto inevitable atraer la mirada también a Euskal Herria para conocer cómo observan las principales fuerzas abertzales la situación de Catalunya y qué futuro auguran para el país. Coincidieron Iriarte y Egibar en la respuesta a la primera cuestión al aplaudir el proceso catalán y declarar su apoyo al 1-O. Las divergencias se evidenciaron al mirar a casa. Egibar, distanciándose de la vía catalana, manifestó: «¿En Euskal Herria cuándo? De eso también tenemos que hablar pero sin caer en mimetismos. En Catalunya la unión entre ciudadanía y clase política ha sido posible. En Euskal Herria veo que tras pasar 40 años las dos estrategias abertzales han chocado constantemente y saber confluir esas estrategias no pasará de un día para otro». En este contexto, declaró que «tenemos la obligación histórica y política de llegar a un acuerdo de mínimos con la izquierda abertzale, sin eso no podemos ir hacia un nuevo estatus».

Iriarte apeló al pragmatismo y abogó por ir dando pasos. «En el Parlamento hemos llegado adelante algunas iniciativas junto a PNV y Elkarrekin Podemos, pero deberíamos hacer más. Si Catalunya se independiza y nosotros nos quedamos en España, deberíamos hacer algo más que poner cara de bobo. La grieta de Catalunya ha demostrado la nula democracia del Estado español y ha convertido en imposible el autonomismo», manifestó. La portavoz de EH Bildu consideró imprescindible actuar con firmeza: «tendremos que saber hacer nuestro camino tras lo que ocurra en Catalunya y cada cual tendrá que decidir su posición. Será necesaria la unión de fuerzas abertzales, pero no solo eso. Hay que dar protagonismo a la ciudadanía».

De la ciudadanía a la política

Precisamente ese compromiso y firmeza en las decisiones, junto a la confluencia con la ciudadanía, fueron los aspectos que destacaron del proceso catalán sus representantes que, como de entrada apuntó Turull, «no venimos a dar lecciones a nadie». Preguntado por cómo afrontan las próximas semanas, adelantó que «se harán los pasos que haya que hacer pero sin más pistas de las que tocan», dado el empeño del Gobierno español por impedir que el pueblo catalán ejerza su derecho a decidir. «Nos gustaría hacerlo de otra manera pero nos han situado aquí. El Estado español quiere la rendición y nosotros no estamos dispuestos», afirmó.

Frente a ello, la clave estará en la participación. «Vamos a ganar porque vamos a desbordar democráticamente. Allí donde no llegamos nosotros para fomentar la participación tenemos ayuda del Gobierno español. Mucha gente va a ir a votar por cuestión de dignidad, la gente a perdido el miedo», añadió el portavoz del Govern.

Sànchez abogó por seguir reforzando la movilización ciudadana que en los últimos años han empujado por hacer realidad su derecho a decidir. «Creemos que este proceso es una auténtica revolución democrática. Queremos la república y trabajaremos para extender el apoyo al sí», aseguró.

Para el presidente de la ANC, el 1-O va a suponer «la consagración de la reconciliación de la ciudadanía con la clase política catalana». Y es que la determinación inequívoca de la mayoría del Parlament fue una de las cuestiones destacadas. «En Europa no vemos un caso donde tres partidos tan diferentes como somos ERC, la CUP y PDeCAT hayan sido capaces de liderar un proceso como este. Quizá conviene que se tome nota de ello», planteó Tardà. Sin olvidar que enfrente tienen un estado que «ha optado por una respuesta autoritaria y no democrática», incidió en que «más allá de demostrar la perseverancia del pueblo catalán hay que demostrar que somos capaces de hacer todo bajo el mandato democrático».

Un nuevo horizonte

Sobre la postura de las fuerzas políticas españolas, no ocultaron su crítica a PSOE y los partidos de izquierda españoles, «incapaces de liderar un proceso que le diera un puntapié al PP», según apostilló Tardà. ¿Y el papel de los Comuns? El portavoz de ERC confió en que tras el referéndum no se nieguen a participar en un proceso constituyente. «Es lo que hará que se unan pero ahora toca coincidir en el llamamiento a la participación», aclaró.

Quedan cuatro intensas semanas y son conscientes del reto y de que el desenlace será decisivo: «Sabemos que el 1-O no solo nos jugamos el futuro como país, sino también la calidad democrática en Catalunya y en el Estado. Una parte importante de la sociedad española que cree que la democracia es innegociable está pendiente de Catalunya», señaló Turull.

El acto culminó con llamamientos a la movilización, más ante la constante amenaza de Madrid. «Se trata de jugar limpio. Querer enfrentarse a la democracia es querer perder por goleada».