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DONOSTIA

El número de personas en busca de empleo crece con la precariedad

Resulta normal que haya gente que, teniendo un puesto de trabajo, busque otro empleo que mejore sus condiciones laborales, ya sea con un sueldo más elevado o con un contrato que le ofrezca más estabilidad. Pero resulta llamativo que en Hego Euskal Herria este grupo de personas ya sea casi tan numeroso como el de desempleados.

No se cansan de repetirlo los sindicatos vascos: el descenso del paro se está acompañando con un notable incremento de la precariedad, el recorte de derechos laborales y la congelación de los salarios. Y así se refleja mes a mes en las estadísticas que publica el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), aunque generalmente los titulares periodísticos solo destacan los datos referentes al desempleo, que mantiene una ligera tendencia descendente.

Pero es que incluso organizaciones internacionales como la OCDE ya están lanzando señales de alerta sobre una situación que no termina de encajar en los preceptos del capitalismo clásico. El informe anual de perspectivas del empleo publicado esta semana por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos advierte de que los empleos que se están creando no tienen la misma calidad que los destruidos con la recesión que estalló hace un decenio, como recogió Efe.

El empleo se ha recuperado globalmente en la OCDE a niveles anteriores a la crisis económica, pero no los salarios, que sufren un estancamiento sin precedentes que afecta en particular a socios de esta organización como Grecia y el Estado español, y también a trabajadores precarios y que han pasado por periodos de paro.

El bajo nivel de crecimiento de la productividad (1,2% anual en los cinco últimos ejercicios, frente al 2,3% antes de la crisis) es uno de los factores que, según indica la OCDE, explica ese estancamiento salarial.

El ritmo de progresión nominal de los salarios, del 5,8% en el segundo trimestre de 2007, antes de la crisis, ha pasado al 3,2% en el último trimestre de 2017. Para más inri, este fenómeno no se ha producido de forma homogénea, ya que las remuneraciones del 1% de los asalariados más favorecidos han crecido a una cadencia mucho más elevada que la media de los trabajadores a tiempo completo, una tendencia de largo plazo que se refuerza.

En el otro extremo de la escala social de este bloque de países, el porcentaje de pobres entre la población en edad de trabajar subió al 10,6% en 2015, frente al 9,6% registrado una década antes, en parte porque quienes perdieron su empleo han tenido una cobertura de paro más deficiente.

Conviene insistir en que estas reflexiones han sido suscritas por la OCDE, es decir, que no son mensajes lanzados por sindicatos enfrentados, por ejemplo, con la política socioeconómica del Gobierno de Iñigo Urkullu o con la actitud de las patronales a la hora de entablar la negociación colectiva.

Datos abrumadores

En el gráfico anexo se recogen algunos de los llamativos datos publicados por el SEPE en su último informe estadístico, que vienen a constatar que el panorama laboral de Hego Euskal Herria encaja perfectamente en las grandes líneas dibujadas por los analistas de la OCDE.

Casi la mitad de las personas que en junio han estado registradas como demandantes de empleo estaban ocupadas (44%). No obstante, cabe destacar que el porcentaje es mucho más reducido en Nafarroa (22%), sin que el SEPE ofrezca datos específicos para los tres herrialdes de la CAV en este campo.

Centrándonos en el conjunto de los cuatro territorios, el mes pasado había 152.539 personas en paro registradas en las oficinas de empleo, que son casi el 50% del total de demandantes, que eran 318.247 personas.

Según entienden los sindicatos, este panorama obedece a que el empleo que se está generando en los últimos años no es suficiente para alcanzar un nivel de vida digno.

Y un factor que apuntala este sistema de precariedad es el modelo de contratación temporal. Llegados a este punto, los datos son tan abrumadores que es difícil comprender que algunas asociaciones empresariales intenten pasar de puntillas sobre esta realidad. En lo que va de año, se han firmado más de 675.000 contratos, pero más del 91% de ellos han sido temporales. Dicho al revés, solo un 8,6% han sido indefinidos.

En este caso sí disponemos de la radiografía por herrialdes, en la que solo se puede destacar una diferencia “positiva” en el caso de Gipuzkoa, el único en el que el porcentaje de contratos indefinidos supera el 10%, para llegar hasta un 11,42%.

De esta forma se puede entender mejor la paradoja de que, en el caso de la CAV, en los seis primeros meses de este año el paro registrado por el SEPE haya descendido en un 5,54% (7.062 personas menos) pero el número total de demandantes de empleo solamente lo haya hecho

La OCDE avala la reforma laboral española

Aunque la OCDE coincida con los sindicatos vascos en buena parte de su diagnóstico, está claro que no apuesta por introducir grandes cambios en el modelo neoliberal que rechaza la mayoría sindical vasca. Por ello, no resulta chocante que el secretario general de la OCDE, el mexicano Ángel Gurría, destacara el pasado miércoles que la reforma laboral que se hizo en el Estado español en 2012 ha contribuido al fuerte descenso del paro de los últimos años y que ahora la prioridad son políticas activas de empleo para dar las competencias adecuadas a las personas en paro. «La reforma funciona. La cuestión es si es lo único que hay que hacer. Por su puesto que no», comentó en la conferencia de prensa que tuvo lugar en París.

Gurría también asumió que en el Estado español la mano de obra no está preparada para las competencias que hacen falta en el mercado laboral. En su informe, la OCDE incide en que es de «vital importancia» continuar con el «esfuerzo reformador», en especial con la coordinación entre las comunidades autónomas y con una mejora de la evaluación. GARA

En el Estado español, la pobreza alcanza al 15,9% en edad de trabajar

El Estado español es el segundo de la OCDE –que agrupa a 35 estados– con más personas pobres en edad de trabajar, solo superado por Grecia. Según el último informe publicado por esta organización, destaca por ser uno de los estados en los que los salarios reales bajaron en 2017, en particular por la mala calidad de los nuevos empleos creados tras la crisis. Un 15,9% de las personas en edad de trabajar tiene unos ingresos inferiores al 50% de la media. La primera razón es el elevado nivel de paro, que continúa siendo el segundo más alto en la OCDE (un 15,9% en abril, de nuevo solo por detrás de Grecia) pese a la mejora de los últimos años (había llegado al 25,8% a finales de 2014). La explicación es que muchas personas se quedaron sin empleo tras el estallido de la crisis en 2007 y permanecieron en paro durante mucho tiempo, dependientes de los subsidios que se han ido agotando para muchos. La presión para encontrar alguno de los pocos puestos de trabajo disponibles les ha llevado a aceptar lo que había, que en muchos casos son empleos a tiempo parcial o peor remunerados. GARA