Natxo MATXIN
OSASUNA

El bálsamo asturiano alegra el casi funeral de El Sadar

Un golazo de falta de Rubén García dejó los tres puntos en un estadio al que no acudió Indar Gorri.

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La visita del Sporting es casi siempre sinónimo de bálsamo y ayer volvió a suceder. Osasuna necesitaba el triunfo como el comer y fue un detalle individual lo que desatascó un envite que iba camino del empate a cero. La calidad de Rubén García se puso de manifiesto cuando casi se entraba en el último cuarto de hora, al materializar una falta al borde del área, consecuencia del trabajo que realiza entre semana en Tajonar practicando ese tipo de acciones.

El decisivo gol puso el punto de alegría en un Sadar que fue casi un funeral, debido a la ausencia de Indar Gorri en Graderío Sur. Su constante aliento se echó mucho en falta en un desangelado graderío, como protesta a las multas y prohibición de entrar en un estadio hasta 2020 a los dos speakers del colectivo de hinchas rojillos. Resultó chocante el silencio sepulcral que se vivió durante mu- chas fases del partido en un escenario que, si por algo se caracteriza, es por su bullicio. Una pancarta con la leyenda «Respeto hacia el rival. Menosprecio hacia tus socios» evidenciaba lo anormal de la situación.

Pese a ese menor aliento desde la grada, la escuadra navarra se vació en pos de una victoria indispensable para contrarrestar el mal balance lejos de Iruñea. Incluso pudo poner tierra de por medio a las primeras de cambio, pero el cabezazo a bocajarro de David Rodríguez –más entonado y participativo que en anteriores encuentros– en el minuto cuatro contó con la réplica del paradón de Mariño.

Tras ese arreón inicial, el choque entró en una fase de mayor igualdad, con llegadas peligrosas por ambos bandos, pero siempre bajo la tónica común de no prender en nada positivo. Unai García, que firmó un partidazo cortando balones peliagudos y también sabiendo salir con criterio desde la cueva, fue esencial para abortar algún que otro lance rojiblanco que hubiera dado un giro diametralmente opuesto al enfrentamiento.

Apretó tras el descanso

Al contrario de lo sucedido hace una semana, Osasuna desbordó al Sporting tras el paso por vestuarios hasta el punto de apenas dejarle pasar de medio campo. Sin embargo, ese intenso dominio apenas se traducía en amenazas sobre el marco de Mariño, casi un espectador que veía cómo las intentonas rojillas no encontraban portería o se quedaban a medio camino.

Todo acabó bien gracias a la magia de Rubén García, que hacía justicia al mayor riesgo e iniciativa expuestos sobre el césped por parte de los anfitriones. Los rojillos salen de la zona peligrosa, pero sobre todo apuntan unas maneras que también tienen que ser refrendadas cuando jueguen como foráneo.

El preparador osasunista, Jagoba Arrasate, se mostró «aliviado» por que su equipo lograse un triunfo «que merecimos». «Creo que ha sido el partido más completo, sobre todo viendo lo que teníamos enfrente», amplió el de Berriatua.

«Hicimos un grandísimo segundo tiempo y gestionamos muy bien la ventaja. Por momentos, minimizamos al rival, hemos mantenido la portería a cero, apenas concedimos ocasiones y este es el nivel que hay que exigir al equipo», concluyó.

Javier Flaño recibe el homenaje del club y el cariño de la grada

Javier Flaño recibió un merecido homenaje por parte de la entidad rojilla en los prolegómenos del choque por su prolongada trayectoria deportiva en el club que le vio nacer como futbolista.

El presidente, Luis Sabalza, entregó al héroe de Sabadell una réplica a escala de El Sadar, mientras que toda la grada en pie correspondió con una calurosa ovación hacia el lateral de Noain.

En total, Javier Flaño permaneció durante ocho temporadas –en dos épocas diferentes– en el primer equipo, sumando 183 partidos oficiales.

N.M.