El huracán Baskonia abate Fuenlabrada

Tras el parcial de 8-31 del primer cuarto, los gasteiztarras dieron un repaso asu rival, logrando la máxima renta de un visitante en la Liga ACB en 22 años.

FUENLA. 60

KIROLBET BASKONIA 110

Este fin de semana tan lleno de alertas por el huracán Leslie, en realidad tenía otro en su interior. Se llamaba Kirolbet Baskonia y cayó con todas sus fuerzas sobre el polideportivo Fernando Martín de Fuenlabrada, dejando una huella difícil de borrar: 50 puntos de diferencia después de una exhibición de juego y acierto, irreal en varios momentos.

Los de Pedro Martínez lograron la renta liguera más amplia de un equipo visitante de los últimos 22 años, amén de igualar su registro de triples con 19 aciertos –de 34 intentos– desde más allá de los 6.75 metros. El cuadro gasteiztarra obtuvo la tercera victoria más holgada de su historia en la Liga ACB.

El ojo de ese huracán se llamaba Darrun Hilliard. Con tres triples y un mate a la contra, más un rebote defensivo, el escolta estadounidense fue la punta de lanza de un parcial de 2-13 con el que los de Pedro Martínez pusieron la directa nada más empezar. A ese parcial le siguió otro más de 3-10, siendo Bellas el único jugador local capaz de encontrar la canasta. La tunda siguió hasta sentenciar el partido al final del primer cuarto, con un 8-31 que apenas daba posibilidad a la réplica. Pero aquello no fue lo mejor, ya que el Baskonia siguió apretando al menos 20 minutos más.

Disfrute para todos

Anotaron los 11 jugadores que alineó Pedro Martínez, incluyendo el joven Miguel González, logrando así su primer enceste en la Liga ACB –ya se estrenó en la Euroliga la pasada campaña–, mientras que Hilliard, máximo anotador con 24 puntos en 17 minutos, Voigtmann, Granger y Janning superaban la decena. Solo Diop y Poirier se quedaron sin anotar de tres –el gasteiztarra de Dakar lo intentó una vez– y el equipo repartió 29 asistencias, siendo González el único que no dio un pase de canasta.

Solo son datos extraídos de un partido difícil de narrar solo en base a los números. La intensidad es imposible medirla con cifras, pero sí es posible describir cómo el ataque fuenlabreño se quedaba anclado en la línea del triple, incapaz de hallar ventajas con claridad, mientras que el juego de bloqueo directo central provocaba verdaderos destrozos en la defensa local, Entonces, Huertas o Granger eran los encargados de dividir a la defensa para, o bien finalizar ellos mismos, bien darle el balón para que terminasen los pívots, bien para que los interiores abrieran a las esquinas, donde los tiradores, que podían seguir circulando el balón, esperaban apostados para lanzar.

Los gasteiztarras se llevaron los cuatro cuartos, dejando una diferencia de valoración abrumadora: 32 a 151. Voigtmann, Garino y Granger fueron quienes más tiempo jugaron, aunque no más de 25 minutos en ningún caso. El Olympiacos espera, y no será tan sencillo.