El realizador tailandés Apichatpong Weerasethakul reveló ayer en Bilbo que el cine le ha proporcionado una manera de comunicarse «no solo con el mundo, sino también con el público y los actores». Este ha viajado a la capital vizcaina para recibir mañana el segundo Mikeldi de Honor de la sexagésima edición del Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbo, Zinebi.

El director, una de las figuras relevantes del cine independiente actual, confesó en su comparecencia ante la prensa que siempre ha sido «muy tímido e introvertido» y que los eventos sociales no son su «especialidad», por lo que el cine le ha servido «como escape y como refugio».

Preguntado por la originalidad de su cine, explicó que la inspiración para sus películas le viene de su vida diaria, de compartir lo que le ocurre diariamente. «A medida que he ido haciéndome más mayor, he pasado de un cine más experimental a un cine con un punto y una mirada más política», señaló, y aclaró que «para mi el cine no es algo estático; es algo en constante cambio y, por tanto, mi estilo y mi cine es dinámico y cambia según me voy haciendo más mayor, como cambia la vida según vas sabiendo más cosas».

Legado a los más jóvenes

Sobre el premio que recibirá, el realizador señaló que le sirve como inspiración. «Es una mirada que me hace sentir un poco más mayor, pero que me hace pensar en la generación más joven y aprovecho esta retrospectiva que me hace Zinebi para compartir mi trabajo con esas generaciones más jóvenes», destacó.

Weerasethakul reconoció que «no es algo corriente, ni que pase a menudo» que en un festival de cine se proyecten tantos cortometrajes suyos juntos, como se va a hacer en esta edición de Zinebi, donde se exhibirán 22 cortos y dos largometrajes.

La directora del certamen, Vanesa Fernández, señaló en relación a la obra de Apichatpong Weerasethakul que «es un cineasta que va y viene del cortometraje al largometraje, que no entiende de formatos y de géneros, y que abarca un espacio entre el cine y el arte contemporáneo, para explorar temas personales y sociales».

El realizador tailandés recibirá el Mikeldi de Honor por su «prolífica y original filmografía, desbordante de fantasía aunque impregnada de hondura poética». Aunque su filmografía no es muy conocida en Euskal Herria, Zinebi ya programó en su edición de 2004 una muestra de su trabajo cinematográfico.

Por otro lado, y apostando por el cine poco habitual, Zinebi informó que la película “La flor”, de Mariano Llinás, de 14 horas de duración y que se proyectó en tres días consecutivos en sesiones de entre cuatro y cinco horas, fue un éxito. La última parte alcanzó el lleno de la sala donde se proyectó en los cines Golem de Azkuna Zentroa.