Barkura, mariñelak

Quién canta ya en el trabajo? En los bares ha desaparecido, por innecesario, el letrero que prohibía hacerlo. Por eso hay que celebrar que entusiastas como Juan Mari Beltran y colaboradores recuperen tonadas de oficio y faena en su nuevo disco “Kostaldeko soinuak”. El creador donostiarra es un laborioso musicólogo y de su buceo en los cancioneros de Azkue, Aita Donostia y otras fuentes han surgido los 16 aires del CD que sonaron en la entrañable velada del recoleto club Victoria Eugenia.

De la riqueza instrumental de la apuesta da fe la cantidad de objetos musicales usados en el disco y en su presentación: unos 16, la mayoría protagonizados por el propio Beltran. Desde txalaparta, zanfona, alboka, dulzaina o gaitas a txistu, flauta travesera o clarinete. Por eso, una parte sustancial de la propuesta son piezas instrumentales: “Pasaiako batelarien zortzikoa”, “Kaskarote dantza”, “Lekeitioko Kaixarranka”, “Mariñelen polka”.

La festiva alegría marinera, el romanticismo (“Itsasoa laino dago”), los animosos cantos de trabajo (“Ale, arraunean”) o crónicas como “Pasaiako herritik” y “Kristobal Colon” tienen su contrapunto en melancolías (“Partida tristea Ternuara”), crudos lamentos (“Ene muthilik ttipiena”) o tragedias: “Brodazalearen kantorea”. Un vibrante viaje sonoro por la geografía costera euskaldun, desde los puertos de Lapurdi hasta la margen izquierda portugaluja (“Santulari zetan doa Portugaletera”). Y entre el salitre, ecos tan poderosos como “Jeiki, jeiki, etchenkuak”.