Raimundo Fitero
DE REOJO

Lo imposible

Recuerden aquello de que lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible. Pues estamos en esas, hoy lo imposible es que desde la banda del indocumentado Casado salga alguna frase, alguna actitud que no esté dictada por Aznar, matizada por el pistolero de Amurrio y avanzada en titulares o editoriales por los periódicos madrileños que se han pasado de ser la Brunete mediática, a formar parte de la caverna más retrógrada y difusora de todos los rumores y mentiras necesarios para crear un caldo de cultivo que pueda justificar un golpe de Estado.

El indocumentado Casado necesita tanto salir en los medios que es capaz de derrumbar cualquier atisbo de personalidad a su regalo político: Isabel Díaz Ayuso, que salió al balcón de su despacho en Sol cuando las huestes de Vox estaban berreando y alentando actitudes antidemocráticas, que es algo a lo que nos van acostumbrando sin que apenas nadie se plante frontalmente y empiece a denunciar, impedir, cortar esta escalada de bravuconerías fascistoides que empiezan a ser excesivas a la luz de cualquier consideración mínimamente responsable. Están los de las extremas derechas intercambiables tan desesperados que todas las palabras que sueltan son hipérboles que no significan otra cosa que su pánico que quieren convertir en material inflamable para acabar con la mínima estabilidad democrática.

Por eso hay que demandar lo imposible, un frente común contra tanta barbaridad, tanta violencia verbal, tanta descalificación del sistema democrático con invenciones y ataques inverosímiles y tanta grosería en las intervenciones públicas. Lo imposible en estas circunstancias sería escuchar a algún portavoz de PPVox aceptar la realidad, ejercer una oposición inteligente y tejer una alternativa para un futuro electoral