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BILBO

Tres días de huelga en Osakidetza en busca de «soluciones estructurales»

Los sindicatos ELA, SATSE, SME, LAB, CCOO, UGT, ESK, SAE y UTESE han convocado en Osakidetza sendas jornadas de huelga en Araba –el 29 de octubre–, Gipuzkoa –el 5 de noviembre– y Bizkaia –el 12 de noviembre–, para exigir al Departamento de Salud la adopción de medidas que palíen la «grave» situación de la sanidad pública en la CAV.

Representantes sindicales lamentaron ayer que pese a los reiterados llamamientos, las movilizaciones desarrolladas y los contactos bilaterales mantenidos por la nueva consejera, Gotzone Sagardui, con algunas centrales, «a día de hoy no hay ninguna medida concreta» dirigida a solventar los «problemas estructurales» que aquejan a Osakidetza. Problemas, según explicaron, «que vienen de lejos» y que la pandemia de covid-19 ha agravado, entre ellos la falta de plantilla suficiente.

Según dijeron, los 4.000 empleos anunciados por Lakua en los próximos cuatro años «ni siquiera» van a reponer el número de personas que se van jubilar durante la legislatura, por lo que serían necesarias al menos 4.000 plazas más, de nueva creación. La «graves carencias, ni han nacido con el virus ni van a desaparecer si no se adoptan soluciones estructurales y de calado», insistieron, y lamentaron que no les han dejado más camino que el de la movilización.

Discursos propagandísticos

En la rueda de prensa, recordaron que los trabajadores y trabajadoras de Osakidetza retomaron las movilizaciones en junio –la última fue una manifestación el 3 de octubre en Bilbo– y que el pasado año los profesionales sanitarios de la atención primaria secundaron tres jornadas de huelga «para exigir soluciones a la situación extrema que soportan a diario».

Censuraron que frente a estas demandas, y «más allá de discursos propagandísticos, ni por parte del Gobierno Vasco, ni el Departamento de Salud ni la propia Osakidetza, han puesto encima de la mesa medidas tendentes a aliviar las graves deficiencias que sufre la sanidad pública vasca». En este sentido, desvelaron que algunos sindicatos, los representados en la mesa sectorial de Osakidetza, han mantenido reuniones de carácter bilateral con la nueva consejera de Salud, por indicación del propio departamento, y pese al deseo sindical de tratar la problemática con la «intersindical completa», que integran los nueve sindicatos convocantes. A su juicio, estos encuentros han representado «una escenificación de una eventual voluntad de diálogo» desde la consejería, ya que no se ve una voluntad «de tomar medidas y avanzar».

Los convocantes criticaron la tendencia «descendente» de la inversión en la sanidad pública en la CAV, lo que se traduce, según expusieron, en forma de «escasez de medios humanos y materiales, sobrecarga sistemática de trabajo, altas tasas de temporalidad, agotamiento físico y emocional, recortes de derechos laborales, privatización de servicios, desprotección y descuido de la salud laboral».

Frente a ello, reclaman la equiparación de la partida presupuestaria para la sanidad pública a la media europea, destinando un 25% a la atención primaria; el aumento de plantilla; y la consolidación de trabajadores eventuales, pues hay 15.000 trabajadores y trabajadoras eventuales en Osakidetza. Piden además la reversión de «todos los recortes», la recuperación del poder adquisitivo, la negociación de un nuevo acuerdo regulador, y medidas para garantizar la salud y la seguridad de la plantilla, entre otras medidas.

 

El centro logístico de Boroa garantiza seis meses de material

La «reserva estratégica» de material sanitario básico para hacer frente a la pandemia garantiza el abastecimiento en la CAV durante los próximos seis meses, según indicó ayer el lehendakari, Iñigo Urkullu, que visitó el almacén junto a la consejera de Salud, Gotzone Sagardui.

En el centro logístico de Boroa, puesto en marcha en marzo por el Gobierno de Lakua, las diputaciones y los ayuntamientos, junto a la empresa Dascher, hay cinco millones de batas, tres millones de mascarillas de alta protección, veinte millones de mascarillas quirúrgicas y cien millones de guantes, así como gel hidroalcohólico, gafas, calzas, pantallas, delantales, gorros y manguitos.

Ese material está valorado en 80 millones de euros y sirve para abastecer a los centros de Osakidetza, residencias, escuelas y centros educativos, y servicios municipales.

Según Lakua, entre los meses de enero y mayo, en comparación con el mismo periodo de 2019, Osakidetza multiplicó por 18 el consumo de mascarillas de alta protección, pasando de 22.000 a 415.000, y por 26 los guantes de alta protección, de 58.000 a 1.500.000. Lo mismo ocurrió con el resto de los elementos sanitarios. Y ante la dificultad abastecimiento en esas fechas, se puso en marcha la instalación de Boroa, con objeto de recibir, almacenar y distribuir de manera eficaz todo el material.GARA