Bragas rojas

Con bares y restaurantes cerrados, solamente nos queda ir a por setas. Pero para cualquier acción hay que estar muy bien informado y cuidado con la ropa interior que una bestia parda que cobra como juez argumenta que, si una mujer sale de su casa con bragas rojas, algo quiere. Y por lo tanto puede ser violentada. Esto ha sucedido ahora, hace un rato, lo mismo que ha sucedido ahora, hace un rato, que la Fiscalía Anticorrupción encuentra que hay actividades de los últimos años del Campechano, ahora Emérito, conocido como suegro de Urdangarin, susceptibles de ser investigadas como delito. Poco más hay que decir. No hace falta apretar mucho porque la fruta parece madura.

Estamos a punto de que se certifique la debacle Trump, que ya ha entrado en fase de putrefacción, porque dio una rueda de prensa en la Casa Blanca, utilizando el lenguaje de un candidato de la oposición y no de un presidente en funciones. Su situación mental y democrática parece estar bajo mínimos. Llegó a calificar a unos votos como legales y a otros como ilegales. Es una barbaridad que solamente al pistolero de Amurrio se le ocurriría expresar en sede institucional. Soltó tantas mentiras y demolió todo el estamento institucional electoral y judicial estadounidense que provocó una reacción de varias cadenas de televisión que cortaron su discurso golpista. Hasta la Fox se ha puesto en contra. Empiezan a detectarse signos de que es no es solamente un pato cojo, sino que además es loco, autoritario y sátrapa.

No ayuda a la tranquilidad que se anuncie un comité de lucha contra la desinformación y que se gestione desde la Gobierno estatal. Suena a cosa fea. No sé si es censura, pero se le parece mucho. ¿No hay suficiente con el Código Penal? Deben creer que la libertad de expresión sale a pasear con bragas rojas.