Ramón SOLA - Maider IANTZI
GASTEIZ
APORTACIONES CIUDADANAS

El Foro Social constata el deseo de convivencia democrática

El Foro Social presentó en Gasteiz su catálogo de aportaciones sobre la convivencia democrática. Tras constatar la voluntad favorable para ello, planteó un pacto social e institucional.

«Dificultad» y «disponibilidad» son conceptos aparentemente contrapuestos. Sin embargo, ambos integran y pueden resumir las conclusiones del Foro Social Permanente sobre la cuestión de la convivencia democrática pendiente. Después de un extenso trabajo de recogida de aportaciones individuales y colectivas sobre el tema, ayer presentó en Gasteiz el libro recopilatorio, formuló sus conclusiones, añadió sus propios compromisos y alentó a lograr un «pacto social e institucional» que la facilite.

El documento (titulado “Compromiso social con la construcción de la convivencia democrática”) vio la luz en el Artium de Gasteiz. El acto contó con la participación del expresidente colombiano Ernesto Samper, que dio testimonio del proceso en un país sacudido por múltiples violencias.

La conclusión del Foro tras esta reflexión colectiva es que pese a las décadas de enfrentamiento policial y social, incluso armado, «hay apertura para el diálogo sincero», voluntad de «coexistencia», «disponibilidad para el cambio» y también conciencia de que se precisa «corresponsabilidad».

En su intervención en nombre del Foro, Agus Hernán destacó que estamos «en un momento histórico, en una nueva situación en la que es necesario establecer las garantías de no repetición». Para ello, proponen establecer desde abajo hacia arriba un pacto que establezca cimientos sólidos para la convivencia del futuro.

Desean que esta propuesta sea bien acogida por los actores políticos, y que se logre el objetivo de Aiete: pasar desde la batalla a un espacio de construcción y aportación. Al igual que Samper, Hernán advirtió de que «no vamos a poder construir una convivencia democrática sin escucharnos con respeto».

Once compromisos

«Siempre hemos hablado de recomendaciones. Hoy hablamos de compromisos», apuntó el portavoz del Foro Social Permanente. Son once puntos, entre los que se encuentra «el compromiso con el reconocimiento del dolor de todas las víctimas de vulneraciones de derechos humanos provocadas por las violencias de motivación política, sin hacer distinciones ni categorizaciones en función de los agentes vulneradores de derechos y posibilitando herramientas efectivas de reparación».

También toma «el compromiso con el desarme de la palabra en los procesos de debate democrático, superando así un pasado de silencios (algunos impuestos) y los bloques derivados de años de enfrentamiento violento generado por las violencias de motivación política». O «el compromiso para aportar desde nuestro ámbito de trabajo en hacer frente a las diferentes violencias estructurales fruto de los múltiples ejes de desigualdad (sexo, origen, opción sexual...) que atraviesan nuestra sociedad, entrecruzándose entre sí. Solo así podremos abordar de manera integral las consecuencias del ciclo de violencias».

Otro compromiso del Foro es «la solución definitiva a la situación de las personas presas condenadas, deportadas y huidas por delitos de motivación política, recorriendo el camino hacia la aplicación de la ley penitenciaria ordinaria, hacia la humanización de la política penitenciaria y hacía una alternativa no punitivista comprometida con su necesaria reintegración».

«Esta es la hoja de ruta que guiará los trabajos en el futuro del Foro Social Permanente. Este es nuestro mandato que recogemos de la sociedad vasca. Creemos que ha merecido la pena, que el proceso, en sí mismo, ha sido fructífero por el nivel de debate y profundización de un concepto tan fundamental, central y prioritario como es la convivencia democrática», declaró Hernán.

Un ejercicio «generoso»

Eneko Calle y Mikel Casado, representantes también del Foro, agradecieron a las y los participantes de este proceso de diez meses, ya que «sus aportaciones significan sumar». Pusieron en valor su generosidad y su voluntad de encontrar las perspectivas de otros. Según dijeron, se trata de un ejercicio emocionante que a priori puede generar falta de seguridad y luego remover los prejuicios que pueda tener cada uno.

Protagonistas y conclusiones

En estos meses de trabajo el Foro Social ha recogido ideas a través de múltiples canales individuales y colectivos, incluidas mesas redondas por sectores (periodismo, cultura, iglesia, activismo social, juventud...), algunas de ellas recogidas ya en GARA. Han aportado su punto de vista personas que no necesitan presentación en Euskal Herria como Bernardo Atxaga, Juan José Ibarretxe, Jabier Salutregi, Juanjo Alvarez, Floren Aoiz, Tamara Muruetagoiena, Lurdes Oñederra, Pirritx, Porrotx y Marimotots...

Entre las conclusiones extraídas por el Foro de todo ello figura esta: «El proceso de construcción de la convivencia, además de generar espacios de encuentro, diálogo y debate para profundizar en las causas, consecuencias y la reparación de las múltiples violencias que sufrimos en nuestra sociedad, también debe incorporar un diálogo público sobre las causas que originaron la violencia específica de motivación política que hemos sufrido durante tantos años y que algunas personas aún siguen sufriendo. La necesidad de imaginar nuevos marcos para resolver políticamente estas causas será la garantía para la no repetición».

Otra idea principal, ligada a la anterior, es que «la convivencia no significa ignorar los conflictos, sino resolverlos satisfaciendo las reivindicaciones o derechos legítimos».

No se elude la dificultad del proceso («necesitamos ser creativas e innovadoras») ni tampoco la necesidad de tiempo («la construcción de la convivencia democrática es un proceso sin fin que debe alimentarse y nutrirse permanentemente»).

«Madurez» de la sociedad

A esta parte se le añaden las «recomendaciones y compromisos propios del Foro Social Permanente». Entre las primeras figuran «ser generosos para que las heridas del pasado dejen de sangrar» o «tener una mirada crítica constructiva hacia nosotros y nosotras, así como empática hacia las demás personas».

En un contexto de enfrentamiento partidista abierto sobre estas cuestiones, sobresale la apelación del Foro Social a gestar «un pacto social e institucional que garantice unas bases en las que las diferentes visiones del país puedan convivir en paz y democráticamente y dirimir sus lógicas diferencias de forma pacífica y democrática».

«Creemos en la madurez de la sociedad para afrontar ese reto –agrega el Foro Social–. Creemos que, a pesar de las divergencias existentes, la sociedad es consciente de sus obligaciones para con quienes nos suceden y de que le corresponde a ella estar a la altura del momento histórico que vivimos. Si no es esta, la sociedad consciente de todo lo sufrido, la que lo haga, ¿cuál lo hará? Este será el mejor legado que dejemos a las generaciones venideras», destaca.

Samper: «Ezberdintasunak onartu behar ditugu berradiskidetzeko»

Ernesto Samperrek, 1994tik 1998ra Kolonbiako presidente izan zenak, hango bake prozesuari buruzko gogoeta batzuk partekatu zituen Foro Sozialaren ekitaldian, Euskal Herriarekin egon daitezkeen antzekotasun eta ezberdintasunei erreparatuz. Ondorioztatu zuenez, «berradiskidetze demokratiko baterako gure arteko desberdintasunen aitortza kolektibo bat behar dugu. Bestea onartzen hasi behar dugu, bestearengan guk ez ditugun balioak ikusten, eta besteak berdina egin dezala gurekin».

Ziurtatu zuenez, Kolonbian ez dago inor zuzenean edo zeharka gatazkaren biktima izan ez denik, edo biktimario izan ez denik. 1989an, presidentetzarako kanpaina betean, 13 tiro jaso zituen Samperrek eta oraindik lau bala daramatza barrenean. Bizitzak eskaini zion bigarren aukera hau bere herrikideek lehenbiziko aukera izan dezaten laguntzeko baliatzea erabaki zuen.

Habanan Kolonbiako Estatuak eta FARCek bakearen aldeko hitzarmena sinatzea posible zerk egin zuen azalduz hasi zuen hitzaldia. «Arrazoietako bat borroka armatuaren agortzea izan zen. Beste bat, nazioarteko zuzenbide humanitarioa Kolonbiako legedian sartzea. Haren arabera, gatazkan dauden bi alde konpontzeko gai ez badira adostasunera iristeko betebehar morala dute, biztanleriak gutxieneko babes bat izan dezan».

Hirugarren faktorea, Samperren arabera, aitzinetik diskrezioz eta agenda xume batekin garatu zen negoziazioa izan zen. Momentu horretan gatazka elikatzen ari ziren auziei heldu zieten, biktimei adibidez. «Lehendabizikoz eman zitzaien protagonismoa biktimei». Gainera, Biktimen Legeak jaso zuenez, gatazka armatu bat dago, ez mehatxu terrorista bat. «Hori garrantzitsua da, FARC eta ELNrekin negoziatzeko aukera ematen duelako».

Faktore horiek bide eman zioten 50 urteko gatazka armatu batean bake prozesua hasteari. 280.000 hildako eta 9 milioi biktima, tartean 6 milioi desplazatu, utzi dituen gatazka bat da.

Ernesto Samperrek agertu zuenez, bakearen aldeko negoziazioen puntu garrantzitsu bat FARCeko 13.000 pertsona desmobilizatzea izan zen. Armak utzi zituzten eta jendartean integratzeko babesa izan zuten. Alderdi politiko gisa berregituratu ziren. Orain ganberan daude.

Presidente ohiak erran zuenez, justizia trantsizionala da gatazkatik postgatazkara pasatzeko zubia. «Ez dago gerra amaitzea baino ezer zailagorik, bakea eraikitzea ez bada. Herria berreraikitzea da, bere sare sozial, ekonomiko eta demokratikoa».