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BILBO
POLÍTICA PENITENCIARIA

El preso Gregorio Vicario, ingresado para ser operado de una dolencia cardíaca

Etxerat ha dado cuenta de otro preso que está aquejado de una grave enfermedad. Se trata del durangarra Gregorio Vicario Setién, quien ha sido ingresado en un centro hospitalario de León para ser intervenido quirúrgicamente para la colocación de un bypass coronario. El represaliado vizcaino, que hoy cumple 64 años, lleva 20 encarcelado.

El preso Gregorio Vicario Setién fue ingresado ayer en el hospital de León, procedente de la prisión de Burgos, donde se encuentra recluido, para ser intervenido quirúrgicamente para la colocación de un bypass coronario. Según informó Etxerat, el prisionero de Durango ya venía padeciendo episodios de dolores en el tórax y «el primer aviso» relacionado con su dolencia cardíaca tuvo lugar en mayo de 2020, cuando se encontraba en la cárcel de Topas, en la provincia de Salamanca.

Entonces, tras una revisión hospitalaria, fue de nuevo devuelto a prisión. Una vez que fue trasladado a la cárcel de Burgos, en noviembre del año pasado, fue llevado a Urgencias por dolores y mareos en enero y febrero de 2021.

El pasado mes de marzo tuvo una consulta de cardiología y unos meses más tarde, el 17 de junio, le confirmaron que estaba en la lista de espera para la realización de una prueba de esfuerzo.

Etxerat explicó en su nota que Gregorio Vicario, que hoy cumple 64 años, fue sometido a la citada prueba el pasado 26 de octubre en el Departamento de Medicina Nuclear del Hospital de Burgos, donde le detectaron una isquemia severa de gran extensión. La isquemia es la reducción del flujo sanguíneo en los tejidos del cuerpo humano, lo que provoca la disminución de la cantidad de oxígeno y nutrientes en la zona afectada.

La isquemia puede surgir en cualquier parte del cuerpo, pero los órganos más afectados suelen ser el corazón, el cerebro, el intestino y los dedos de las manos y los pies. Dada la gravedad de su estado, este pasado 3 de noviembre le realizaron un cateterismo y le colocaron un stent –un dispositivo metálico que se utiliza para abrir las arterias y las venas–, a fin de que la sangre pueda fluir mejor y llegue más fácilmente a determinadas partes del cuerpo.

Además de la dolencia cardíaca recientemente detectada, Etxerat recordó que el preso durangarra tiene prácticamente perdida la visión del ojo derecho, debido a una oclusión de la vena central de dicho ojo, y que «su estado es irreversible».

Vicario ha solicitado varias veces ser trasladado a una prisión de Euskal Herria, pero siempre han rechazado su petición. La última vez, en julio, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias decidió mantenerlo en Burgos, contra el criterio de la cárcel castellana. Ante su delicado estado de salud, el preso de Durango ha reclamado que se adelante la reunión de la junta de tratamiento que debe analizar su situación.

Una veintena

Gregorio Vicario no estaba incluido en la lista de presos políticos gravemente enfermos, que con él suma ya 20 nombres. Fue detenido en el Estado francés en 2001 y entregado provisionalmente al Estado español para ser juzgado; en 2016 fue entregado definitivamente. Lleva 20 años en prisión y forma parte del grupo de más de 50 presos y presas vascas a quienes el Estado español no les computa el tiempo de condena cumplido en el francés, por lo que le resta por cumplir aún alrededor de 22 años de cárcel.

«Es momento de poner fin a las dobles penas», reclamó Etxerat, que denunció que «como a muchos otros presos vascos, la larga estancia en prisión en condiciones muy adversas, sumada a la edad, acarrea al preso de Durango un deterioro progresivo de su salud».

Tras enviar «un abrazo y todo nuestro apoyo a Gregorio Vicario y toda su familia en este momento delicado», emplazó a la administración penitenciaria a que «adopte soluciones humanitarias inmediatas y tendentes a la excarcelación o la prisión atenuada para Gregorio Vicario, así como a los otros 19 presos vascos que padecen enfermedades graves».

Irkus Badillo baldintzapean aske geratu da, 17 urte kartzelan eman eta gero

Irkus Badillo ugaotarra baldintzapean aske utzi zuten atzo, Etxeratek jakinarazi zuenez, azken 17 urteak espetxean igaro eta gero. 2004ko martxoaren 4an espetxeratu zuten eta 2007an epaitu; 20 urteko zigorra ezarri zioten, «erakunde terroristako kide» izatea leporatuta.

2019ko otsailean bete zituen zigorraren hiru laurdenak eta bi urte eta erdi geroago eman diote baldintzapeko askatasuna. Alacanteko espetxeko Tratamendu Batzordeak proposatuta, Espetxe Erakundeetako Idazkaritza Nagusiak hirugarren gradura igarotzea ebatzi zuen apirilean eta Basauriko kartzelara gerturatzeko agindua eman, borroka juridiko luze baten ostean.

Denbora honetan, dispertsioari ez ezik, Badilloren senideek beste hainbat trabari ere egin behar izan diote aurre. 2012an, Kepa Manzisidor abokatuak jakitera eman zuenez, Irkusen aita Bonifacio Badilloren ibilgailu partikularrean jarraipen aparatuak aurkitu zituzten.

Horretaz gain, Espetxe Zuzendaritza espainolak beste lau preso Euskal Herriratzea erabaki duela aurreratu zuen Europa Press berri agentziak. Efek gaineratu zuenez, Madrilgo eta Lakuako gobernuen arteko akordioa izan da, azken honek urriaren 1ean eskuratu zuelako espetxe arloko eskumena.

Horietatik bi Basaurira ekarriko dituzte Leongo Mansillako espetxetik: Josu Ginea eta Iker Lima dira. Santi Aragon Logroñotik Martutenera lekualdatuko dute, eta Juan Karlos Herrador Pouso, Duesotik Basaurira. Iragarpen hori gauzatutakoan 79 izango dira Euskal Herrian diren euskal preso politikoak; kopuru horrekin ere, alabaina, ez da Estatu espainolean gatibu dituztenen %50ra iristen.GARA