El Eibar revive con su mejor versión

Los armeros toman ventaja en la eliminatoria con una gran actuación y pese a disputar toda la segunda parte en inferioridad por la expulsión de Tejero. Aketxe sentenció en el primer tiempo con un golazo.

GIRONA 0

EIBAR 1

«Que se vea que no estamos muertos desde el primer minuto», reclamaba Gaizka Garitano a sus jugadores en el vestuario antes de saltar al césped de Montilivi. Y el equipo respondió de forma unánime recuperando su mejor versión. Es imposibleno preguntarse por qué no lo hizo en Alcorcón.

Pero esa historia ya está escrita, frente a las nuevas páginas en blanco que ofrece el play-off. Y la primera quedó casi perfecta. El único pero llegó con la expulsión de Tejero, que vio dos amarillas en dos minutos justo antes del descanso. Eso provocó que el segundo tiempo fuera muy diferente al primero, pero igualmente remarcable.

Sorprendió Garitano con un once del que se caían Toño, Rahmani y el pitxitxi Stoichkov –sin lesión de por medio, confirmó después el técnico– para dar entrada a Tejero, Quique y un Aketxe que, pese a que la clave del triunfo residió principalmente en el tremendo esfuerzo colectivo, fue el hombre del partido. Poco antes de la media hora sacudía las telarañas de la portería local con un chut espectacular que lo tuvo todo, fuerza, caída en folha seca y colocación. Es el tercer jugador con menos minutos de la plantilla armera.

Su golazo premió la superioridad del Eibar, que tuvo todo lo que le faltó en Santo Domingo: agresividad, colocación y templanza. Quería llegar el Girona pero lo hacía el Eibar, que solo vio trabajar a su portero, y muy bien, en una falta que buscaba a Stuani junto al palo. Juan Pablo lo pasó peor, pero tuvo ayudantes: Arnau sacó sobre la línea un cabezazo de Venancio a saque de esquina y el larguero desvió un chut de Expósito.

Todo pintaba fenomenal, con un Girona romo y empezando a desesperarse y un Eibar que había encontrado un buen equilibrio entre la contención del rival y la búsqueda de la sentencia. Pero nada más superarse el 45, una falta a destiempo y un manotazo le costaron la expulsión a Tejero.

Empezó un nuevo partido, con el Girona volcado y el Eibar sufriendo de lo lindo. Pero no más de lo esperable en estas circunstancias. Con un nivel de implicación y una concentración espectaculares, no sólo resistió el asedio sino que, con el paso de los minutos, consiguió suavizaro, desesperando de nuevo a su rival. Incluso rozó la sentencia con sendas contras de Sergio y Rahmani. No la encontró, pero sí pudo salvaguardar su ventaja, que deberá hacer buena el domingo en Ipurua.