«En este disco se nota el rodaje que la banda ya lleva acumulado»
El que fuera guitarrista de los añorados Lomoken Hoboken nos presenta su nuevo proyecto, Ibai Garcia Blues Project, con la publicación de ‘‘Chasing The Blues’’’, un trabajo con el que estarán presentes en la próxima edición del Bilbao Blues Festival (el 26 de julio, a las 19.00) y que mañana presentan dentro del festival Arrasate Blues (13.00).
¿Costó dar el paso de iniciar esta nueva aventura?
Bueno, era una idea que pululaba por ahí, y había unas cuantas canciones que tenía junto a Fernando Solla “Fo” (bajista) y Aritza Castro (batería) desde hace tiempo, porque todo lo hemos montado entre los tres. Pero como en el blues es muy típico lo de poner al proyecto el nombre del guitarrista, se quedó así. Así que lo de formar la banda ha sido algo muy natural.
¿Se llegó a solapar con Lomoken Hoboken en algún momento o fue un proyecto posterior?
Cuando todavía estábamos con Lomoken yo ya estaba grabando cosas para el disco… de hecho, hay dos letras en este trabajo que me hizo “El Oso” (Manu Monge, cantante de Lomoken Hoboken fallecido en 2022). La intención era ir haciendo ensayos, grabar algo y empezar a girar, pero como se alargaba tanto la cosa, porque, además, nos pilló la pandemia de por medio, decidimos empezar a hacer algún bolo y de esta forma probar las canciones, porque la verdad es que tampoco somos de ensayar demasiado (risas)… y esta era una buena forma de coger rodaje y ver cómo funcionaban los temas que íbamos haciendo.
¿Y cambiaron mucho las canciones, desde que las empezaron a crear hasta que llegaron al estudio de grabación?
Muchas sí, porque en los conciertos ya vas viendo qué partes resultan más interesantes para el público, y hay temas que tuvimos que acortar porque tendíamos a alargarnos demasiado con algunos desarrollos. Con estas experiencias en directo, lo que hemos podido hacer ha sido moldear las canciones antes de grabarlas.
En principio, el proyecto empezó denominándose Ibai García Blues Project, pero lo de «blues» desapareció. ¿Era una etiqueta que veían que les limitaba, viendo, además, la variedad estilística de los temas de este disco?
Como te decía, yo ya llevo mucho tiempo tocando con “Fo” y Aritza, y hacíamos como una especie de blues fusión instrumental, no hacíamos un blues tradicional, sino que íbamos por otros lados. Y, además, al meter a Charlie como cantante, también nos encontrábamos con un rango armónico vocal más amplio que teníamos que aprovechar. Por eso nos ha salido un disco tan variado, que por otra parte es hacia lo que está tendiendo el blues de hoy en día.
Así que, la etiqueta de “Blues Project” la utilizo, por ejemplo, en cosas más concretas como festivales del género, pero sí que intentamos que no nos limite, porque sí que podemos estar en cualquier clase de evento porque, como te decía, aparte de blues también hacemos rock sureño y muchas otras cosas.
¿Ha influido la incorporación de Charlie Santiago a la banda en ese viraje desde el blues hacia otros territorios sonoros?
Charlie ya había colaborado con Lomoken, venía a veces a las jam, y nos llevábamos muy bien con él. Es uno de los cantantes que más me gusta de por aquí. Al principio yo pensé en hacer las voces y me preparé para ello, pero la verdad es que no soy buen cantante, así que hablando con Aritza, decidimos comentarle a Charlie para entrar en la banda, y aceptó.
Aunque al principio nos costara un poco ajustarnos a su voz, él ha sabido llevar las canciones a su terreno porque es un cantante muy versátil, que ha participado en proyectos de soul, góspel…tiene un registro muy amplio de voz. Así que, podríamos decir que las canciones se han ido adaptando un poco a Charlie, para llegar a ese punto en el que todos estuviéramos contentos con el resultado, porque se nota el rodaje de la banda.
Cuéntenos de qué hablan las canciones de «Chasing the Blues».
Pues, sobre todo, hablan de vaciles, de fiestas, también hay canciones de amor, de desamor, de sufrimiento… de lo que es la vida, son letras muy de blues.
¿Afrontaba la grabación con una cierta presión, por las ganas que la gente tenía de disfrutar de este nuevo proyecto?
Qué va, al final la banda ya estaba rodada y no había ninguna presión por eso. Lo que había era muchísimas ganas de sacarlo porque teníamos esas canciones y ya estábamos mandando cosillas a festis y así. Pero como todos estábamos con mil cosas, y además nos pilló la pandemia por el medio, todo se iba retrasando. Lo bueno es que todo estaba muy trabajado por cada uno en su casa, antes de ponerlo en común. Y luego se ha retrasado por querer meter todas las colaboraciones que hay en el disco, y por meter arreglos que íbamos viendo que quedaban bien… ha costado, pero ya lo tenemos y la verdad es que estamos contentos con el resultado.
Cuando hicieron el disco todavía no estaba el teclista Israel Santamaría. ¿Cómo se incorpora a la banda?
Israel ha entrado hace poco, sobre todo para los directos, porque a mí me apetecía tener otro instrumento solista en la banda. Al principio nos lo pensamos, porque para la logística meter otra persona en el grupo puede complicar las cosas, pero es que yo veía lo que él hacía en el proyecto de Gonzalo Portugal y otros, y veía que podía aportar un montón. Además, me permite soltarme un poco de la guitarra y no hacer tantos acordes, porque él ya lleva una base muy sólida, y a mí lo que me gusta es hacer más arreglos y solos. Así que, el primer día que vino al ensayo, ya se quedó, y, a partir del próximo disco, ya trabajaremos todo entre los cinco. Por eso también he querido que estuviera presente en ‘‘Chasing the blues’’, en el tema ‘‘I still care’’.
¿Cómo se organizan para cuadrar agendas, estando todos en tantas bandas y proyectos diferentes?
¡Eso es una puta locura! (risas). Hay que hacerlo todo con muchísima antelación. Antes con Lomoken era muy fácil, porque nos decían ‘‘¿Venís a tocar a tal bar este fin de semana?’’, y lo hablábamos El Oso y yo y casi nunca había problema, pero ahora lo que pasa es que siempre tenemos un montón de cosas. Pero bueno, siempre acabamos organizándonos y no hay ningún problema.
También veo que en la presentación han cuidado todos los detalles artísticos. ¿Cree que sigue siendo importante cuidar todos estos aspectos, aunque cada vez se venda menos en formato físico?
Yo creo que sí. Más aún cuando tienes la oportunidad de contar con los dibujos de artistas como Iñaki Bilbao, David García o Miriam Polo…
¿Y se va a quedar con las ganas de sacarlo en vinilo?
No, yo creo que haré aunque sea una tirada pequeña. Lo que pasa es que para una banda como la nuestra era una inversión muy alta y primero queríamos ver cómo funciona la cosa, y la demanda que podría tener. Pero visto lo visto, creo que nos animaremos, porque la gente nos lo está pidiendo, y porque, además, pienso que quedaría muy chulo ver todo este diseño en grande.
¿Cómo fue la primera presentación oficial del álbum en directo en Bilbo?
Pues muy bien, la verdad. Al principio estábamos un poco acojonados porque no se habían vendido muchas entradas para el bolo, porque coincidía con otros eventos. Pero luego, la gente se fue animando y estuvimos super a gusto, porque sonó muy bien y se notó que la banda ya está rodada.
Y ahora llega la oportunidad de estar presentes en el Bilbao Blues Festival, que en tan solo dos ediciones se ha convertido en un evento imprescindible dentro del calendario estival en Euskal Herria…
Sí, la verdad es que estamos muy contentos de tener la oportunidad de poder tocar en estos festis. Lo de Bilbao la verdad es que no me lo esperaba, pero sí que es cierto que había mandado los temas a los organizadores y parece que nos han tenido en cuenta. Al final, somos de los pocos grupos de blues de verdad que hay por aquí, y estaremos también en el festival de Arrasate una semana antes.