El atentado mortal contra Haniyeh en Irán abre otra fase del conflicto

Hamas confirmó la muerte de su líder, Ismail Haniyeh, en un bombardeo atribuido a Israel contra su residencia en Teherán. Israel no ha reconocido el ataque, pero Netanyahu convocó el gabinete de seguridad tras conocerse la noticia. Líderes de Oriente Medio condenaron la acción, con el líder supremo de Irán, Alí Jameneí, avisando de que su país se vengará.

Hamas confirmó este miércoles la muerte de su líder, Ismail Haniyeh, en un ataque, atribuido a Israel, en Teherán, donde se encontraba de visita oficial. La Guardia Revolucionaria iraní también dio cuenta del ataque, en el que, además, falleció uno de los guardias de seguridad de Haniyeh. «El hermano líder, mártir combatiente Ismail Haniyeh, líder del movimiento, falleció como resultado de una redada traicionera sionista en su residencia en Teherán, después de participar en la ceremonia de investidura del nuevo presidente iraní», señaló en un comunicado. Musa Abú Marzuk, miembro del buró político de Hamas, expresó que el asesinato de Haniye es «un cobarde acto» que «no quedará sin castigo».

La cúpula del Gobierno israelí no se ha pronunciado sobre la muerte de Haniyeh, y el Ejército no ha emitido ningún comunicado al respecto. Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, convocó una reunión del gabinete de seguridad tras lo que, en una comparecencia televisada, afirmó que las fuerzas militares de su país están listas para enfrentarse a «cualquier escenario». «Nos mantenemos unidos y determinados a afrontar cualquier amenaza. Israel se cobrará un precio muy alto por cualquier agresión desde cualquier horizonte», añadió.

Irán prometió, a través de su misión ante Naciones Unidas, que la muerte merecerá una respuesta «que hará lamentar profundamente al perpetrador». Antes, el líder supremo de Irán, Alí Jameneí, ya avisó de que su país se vengará, lo mismo que el nuevo presidente iraní, Masud Pezeshkian, que trasladó a Israel en un comunicado que la república islámica «defenderá su integridad territorial, dignidad, su honor, y hará que los terroristas invasores se arrepientan».

El breve mensaje promete que la respuesta será una «operación especial» que no especifica y que define como «más dura y con el fin de hacer lamentar profundamente al perpetrador» del asesinato.

QUIÉN ERA

El líder político de Hamas nació en el campo de refugiados de Al Shati, en la Franja de Gaza ocupada por Egipto, en 1962. Haniyeh estudió en la Universidad Islámica de Gaza, donde se relacionó por primera vez con Hamas, y se graduó con una licenciatura en literatura árabe en 1987.

Fue designado para dirigir una oficina de Hamas en 1997, encabezó la lista que ganó las elecciones legislativas palestinas de 2006, y se convirtió en el primer ministro palestino en un Gobierno de unidad nacional junto a Fatah y su presidente Mahmoud Abbas.

Sin embargo, las desavenencias entre ambas fuerzas acabaron con la expulsión de Fatah de la Franja, gobernada por Hamas desde 2007.

Haniyeh fue el líder de Hamas en la Franja de Gaza desde 2006 hasta febrero de 2017, cuando fue reemplazado por Yahya Sinwar. Pocos meses después, fue elegido presidente del Buró Político de Hamas, en reemplazo de Khaled Mashal. Se exilió a Catar, desde donde se ocupaba del liderazgo del grupo islamista y era su interlocutor, sobre todo en la arena internacional.

REACCIONES

«La estrategia de los asesinatos políticos lleva a preguntarse sobre cómo se pueden celebrar negociaciones en las que una de las partes asesina a la otra, con la que negocia al mismo tiempo», indicó Mohamed bin Abderrahmán Al Thani, el primer ministro de Catar, uno de los países mediadores, y lugar donde residía Haniyeh.

Los mensajes de condena y luto por la muerte de Haniyeh llegaron de lugares como Irak, Jordania, Siria, Egipto, e incluso de antiguos rivales políticos como el propio Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina.

Y es que el jefe político de Hamas se había convertido en la cara visible de la diplomacia palestina, liderando las delegaciones a países vecinos y asegurando el apoyo de actores clave, como Irán o Turquía, en la lucha del pueblo palestino por su liberación.

REUNIÓN EN DOHA

El ministro de Exteriores de Egipto, Badr Abdelatty, se reunió este miércoles en Doha con el emir de Catar, Tamim bin Hamad Al Tani, para abordar los esfuerzos de ambos países mediadores para poner fin a los crímenes de guerra en Gaza tras el actual incremento de tensión en Oriente Medio.

Egipto condenó la «escalada israelí», y advirtió de que «la política de asesinatos» y de «violación de la soberanía de otros Estados» tendrá «graves consecuencias» sobre la seguridad en Oriente Medio.

La Unión Europea, por su parte, se limitó a reiterar su «rechazo a ejecuciones extrajudiciales».

Quien sí corrió a desvincularse de la acción fue el Gobierno estadounidense. El secretario de Estado, Antony Blinken, aseguró que Washington no tiene «nada que ver ni estábamos al tanto. Es difícil especular», aseveró durante una entrevista con el canal Channel News Asia durante una visita a Singapur, después de que se señalase su complicididad con las acciones de Israel.

UNIDAD PALESTINA

Las reacciones del resto de facciones palestinas fueron en la misma dirección, reforzando la unidad anunciada el 23 de julio con Fatah y otras 12 formaciones, en la que se comprometieron a acabar con la división que impera desde 2007. El Gobierno de Abbas en Cisjordania condenó «enérgicamente el asesinato del líder del movimiento Hamas» y lo consideró «un acto cobarde y un acontecimiento peligroso». La ANP declaró un día de luto oficial.

El secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Husein al Sheikh, también rechazó la muerte del líder político de Hamas, e insistió en «la unidad y la fuerza de nuestro pueblo».

Con este nuevo ataque, y frente a las llamadas a alcanzar un acuerdo de paz, Israel sigue apostando por eliminar a líderes de Hamas con el objetivo de acabar por completo con la organización.

Sin embargo, y vistas las reacciones de este miércoles, es probable que sus atentados alienten una colaboración más profunda entre las fuerzas del llamado Eje de la Resistencia y las facciones palestinas, abriendo, junto a la muerte confirmada también este miércoles tras el bombardeo de anoche en Beirut del comandante superior de Hezbolá Fouad Shukr, una nueva fase de este conflicto bélico.