A levantarse en la Liga tras caer en la Europa League

El Athletic regresará hoy en Ipurua a la dura realidad del día a día. A la competición que sostiene el proyecto deportivo y que tan distinta es de los calentones de alegría y autoestima que ofrecen Europa League y Copa.

Los jugadores rojiblancos deberán alejar de sus mentes lo que fue el partido del pasado jueves ante el Torino y lo que puede ser el próximo miércoles contra el Espanyol. Dando por hecho que técnicos y plantilla son conscientes de lo que hay en juego contra el Eibar -otra de esas fechas anotadas en rojo por Valverde en el calendario, como la del Rayo del domingo anterior-, habrá que ver lo que dicen sus cuerpos tras el gran esfuerzo físico del partido europeo.

La importancia de ese partido, la entidad del rival y las malas condiciones climatológicas hicieron que los jugadores se dieran una soberana paliza. De hecho, los últimos minutos vaga- ron por San Mamés como fantasmas arrastrando sus pesada bolas metálicas. Además, y lo que es peor, el derroche fue en vano. Las secuelas de este tipo de esfuerzos se sobrellevan bien cuando se gana, no así cuando el resultado es adverso.

Los preparadores físicos del Athletic tuvieron trabajo extra el viernes y ayer -solo un anticipo de lo que les espera esta próxima semana- y Valverde ha tenido que acentuar su faceta de psicólogo para subir el ánimo de la tropa y recordarles que contra el Eibar no habrá partido de vuelta para corregir errores.

Además, deberá hilar fino con los cambios en la alineación. De ahí que, al margen del cambio de Herrerín por Iraizoz, se verá obligado a meter a jugadores de refresco, no tanto pensando en la Copa como en dar oxígeno a algunos que van asfixiados.

«Oportunidad inmensa»

Tras el entrenamiento de ayer, el entrenador valoró el partido de hoy como una «oportunidad inmensa para el que gane» en la lucha por alejarse de la zona de peligro. En su opinión, en un encuentro de rivalidad como éste «las diferencias no existen y encima llegamos empatados a puntos. Son partidos en los que se juega a otra intensidad y quizás no sea muy abierto, pero sí atractivo porque será histórico para los dos», reconoció.

El técnico del Athletic afirmó que espera que el Eibar presione de forma similar al partido de la primera vuelta, en un campo que además «invita a las segundas jugadas y a aprovechar la estrategia». «Prevemos que será difícil», confesó.