GARA Euskal Herriko egunkaria
RUGIDOS ROJIBLANCOS

Aquel primer partido de Copa en 1902


Con motivo de la mayoría de edad del rey Alfonso XIII y su consiguiente jura de la Constitución Española, el barcelonés Juan Padrás, presidente y fundador del Madrid FC apenas un mes antes, organizó un Concurso de Football donde se debería discernir quién era el mejor equipo del incipiente deporte en España. El campeón recibiría la llamada Copa de la Coronación, donada por el rey apodado «el africano».

El Madrid Polo Club cedió para los partidos una de sus pistas del Hipódromo de la Castellana, que presentaba, según recogen las crónicas, un magnífico aspecto llenando toda la circunferencia de la pista con triple fila de sillas completamente ocupadas por espectadores, predominando las señoras en número considerable. En el resto de la pista se notaban jinetes y carruajes en regular número. Sin duda reinaba una gran expectación por ser muchos los que no conocían dicho juego.

Los jugadores se quejarían más tarde de las excesivas dimensiones del terreno de juego (110x90), así como del estado del césped, ausente en muchas zonas del campo. Como nota curiosa, antes del torneo el campo hubo de ser limpiado del estiércol de las caballerizas por su uso como campo de Polo. Con decir que los organizadores dispusieron de inyecciones contra el tétano para los jugadores... Sin duda, eran otros tiempos.

El histórico primer partido, pues sería el primer partido de Copa de la historia del football en la Península (aunque algunos no lo ven así), tocó en sorteo que lo disputasen los teams del Bizcaya y el Espanyol. El equipo bilbaino era una selección de los dos equipos existentes en la capital vizcaina, el Athletic y el Bilbao FC, que se había formado meses antes para disputar dos partidos `internacionales' contra el equipo francés del Burdigalia. El Espanyol era un club de la capital catalana que en contraposición con el FC Barcelona disponía en sus estatutos la obligación de que todos sus componentes deberían ser nacionales.

El partido comenzó a las 9 de la mañana del martes 13 de mayo de 1902. Como anécdota, tanto el Bizcaya como el Espanyol se presentaron luciendo, ambos, uniformes blancos y ante la negativa de los vascos a modificar el suyo, el equipo catalán utilizó una cinta encarnada en el brazo. Bajo las órdenes del árbitro Mr. Morris, un escocés que jugaría con el FC Barcelona dicho campeonato, aunque estaba como sus hermanos bajo la disciplina del equipo madrileño del Hispania, Bizcaya y Espanyol alinearon sus mejores onces disponibles. Arana L.; Larrañaga, Arana JM; Goiri, Ugalde, Silva R.; Sota, Astorquia (Cap.), Dyer, Cazeaux, Evans frente a Mora; Soler, Carril (Cap.); Galiardo G., Galiardo A., Ruiz; Ruiz, Ponz, Montells, Peña, Méndez.

Había sensibles bajas en los primeros bandos de ambos equipos pues a pesar de jugarse en época festiva de Semana Santa algunos componentes no pudieron desplazarse hasta Madrid. Además, en un entrenamiento días antes, uno de los hermanos Silva se había partido la lengua en un fuerte choque contra su propio hermano Ramón. Otra sensible ausencia de los bilbainos sería Enrique González Careaga, el gran zaguero, capitán y presidente del Bilbao FC. A pesar de ello, el Bizcaya disponía de un equipo espectacular pues además de los ingleses tanto Larrañaga, Astorquia y Sota habían jugado al football en su estancia en Inglaterra.

Como decíamos, se abrió el concurso con este partido a las 9 de la mañana. El primer tanto lo logró el equipo barcelonés sorprendiendo al Bizcaya, aunque los del Botxo lograron reponerse consiguiendo tres dianas en la primera parte y dos más en la segunda, una de ellos de castigo, ganando en definitiva el Bizcaya por 5 tantos a 1. Los goles de los nuestros fueron obra de Evans (3), Dyer (de penalti) y el capitán del equipo 'Juanito' Astorquia. El gol del honor del Espanyol fue obra de Ponz. Las crónicas recogen que el juego gustó y que se aplaudieron los tantos, las buenas jugadas y que los vencedores fueron vitoreados.

El Bizcaya seguía adelante en lo que sería a la postre su primer trofeo copero, la Copa de 1902, confirmando lo que meses atrás había salido publicado después de las victorias bilbaínas contra el Burdigalia en el «L'Auto-Vélo» francés, que el Bizcaya es... el mejor equipo de su país.