Las fiestas de Irun llegan un año más pendientes del Alarde y de su normalización definitiva. Cada vez son menos las voces discrepantes con la celebración mixta e igualitaria, pero todavía siguen produciéndose necesarias tomas de posición al respecto, a la espera de que de una vez predomine la fiesta sin ingredientes ajenos.
Con motivo de esta edición, la Diputación de Gipuzkoa ha otorgado una ayuda económica de 30.000 euros a la asociación Alarde Público, un gesto que ha juicio del diputado general de Bildu, Martin Garitano, debería haber llegado mucho antes de mano de los mandatarios precedentes. La subvención reconoce «el trabajo solitario e invisible a favor de la igualdad que mujeres y hombres de este municipio llevan años realizando» en las compañías mixtas de Irun y Hondarribia.
La ayuda motivó la reacción del alcalde de la primera localidad, José Antonio Santano (PSE). En una entrevista concedida ayer a Punto Radio, declaró que la subvención «es un elemento que distorsiona» la fiesta porque respalda una única manera de entender el día. Santano habló del respeto que él «siempre» ha mostrado «a las dos formas de entender el Alarde de Irun, y que además, es una de las bases de la convivencia del día 30».
Además, el alcalde añadió como queja que incluso «muchas personas» que participan en el Alarde no discriminatorio «tampoco han entendido esa cantidad de dinero en los tiempos que corren y que probablemente tan necesaria resulta para otras muchas cosas».
La fiesta ya ha arrancado
Dimes y diretes aparte, la fiesta ya ha arrancado en Irun, donde no se van a ver nada más que el rojo y el blanco. Los uniformes que han reposado bien planchados por la noche están ya donde le corresponde a cada uno para lucirlos en los desfiles, acompañados de saludos, sonrisas y música.
El Alarde discriminatorio ha partido a las 7.40 y se ha puesto en marcha con el toque de cornetín. Más de 8.000 soldados han realizado la subida hacia el Ayuntamiento donde el general, Iñaki Arruabarrena se ha hecho con el mando. La Compañía Bidasoa ha incorporado la bandera de la ciudad de manos de José Antonio Apalategui, presidente de la Junta del Alarde discriminatorio y la tropa se ha dirigido después hacia la iglesia del Juncal tras las preceptivas descargas de la infantería en la plaza de San Juan.
Por su parte, el Alarde mixto ha salido poco antes de las 10.10. Además, al igual que el pasado año, una delegación de la Diputación encabezada por el diputado general Martin Garitano ha acudido a la localidad para recibir a las diez compañías que componen el mixto.
Representantes de Aralar también han participado en el Alarde mixto y han mostrado su solidaridad con los participantes del mismo. Desde Aralar han criticado que «es preocupante que se esté cronificando esta situación de exclusión en los alardes» y ha acusado a los ayuntamientos porque «tratan de ofrecer una imagen normal de una situación totalmente anormal, basada en la exclusión».
El gran día de las fiestas irundarras ha comenzado con asistencia masiva de público que ha llenado las aceras de las calles que completan el recorrido.
Por la tarde, en cambio, el turno de salida será a la inversa. A las 17.30 saldrá el Alarde mixto, y una hora después, a las 18.30, partirá el denominado «tradicional».