El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, ha advertido en el acuartelamiento de Intxaurrondo de Donostia de que el abandono de la Guardia Civil «no sucederá jamás».

Francisco Martínez ha presidido, junto al director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, los actos de celebración de la patrona de la Guardia Civil en el acuartelamiento de Intxaurrondo, que han contado también con la presencia del delegado del Gobierno español en la CAV, Carlos Urquijo, y de representantes de las distintas fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, y también de la Ertzaintza.

El secretario de Estado ha afirmado que, «en la lucha contra el terrorismo, queda ahora la batalla del relato», en la que están «impulsando el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo como pieza básica en la construcción de la memoria de lo verdaderamente ocurrido durante tantos años».

«No permitiremos que los que nunca condenaron el terrorismo quieran imponer una visión distorsionada y edulcorada de la realidad» que no sea otra que la de una «organización de asesinos en serie derrotada por el Estado de derecho», ha recalcado.

Francisco Martínez ha resaltado el «compromiso y sacrificio en la lucha contra ETA» en Gipuzkoa.

«La historia de la Guardia Civil en Gipuzkoa es la historia del sufrimiento del acoso terrorista, pero sobre todo es la historia de una victoria, es la historia de la victoria policial contra ETA», ha subrayado.

Ha defendido la permanencia de la Guardia Civil en Gipuzkoa, Araba y Bizkaia, donde al «acoso terrorista se añadía un clima social hostil contra todo aquello que representa las instituciones» y «la falta de apoyo de quienes ante tamaña ignominia buscaron siempre el refugio de una supuesta equidistancia que, en realidad, escondía su cobardía, cuando no su complicidad».

«Son precisamente los que niegan esta evidencia los que con mayor entusiasmo querrían ver a la Guardia Civil fuera del País Vasco. Os garantizo que eso no sucederá jamás», ha enfatizado.

Francisco Fernández ha opinado que, «después de tantos años, se puede afirmar que la situación de ETA es crítica, la peor de su historia criminal y que tiene además todas las batallas absolutamente perdidas gracias a la labor de las fuerzas y cuerpos de seguridad, con la colaboración de las autoridades francesas».