En una entrevista publicaada por la agencia EFE, Uxue Barkos señala que en la actualidad estamos ya en «el tránsito a una segunda transición» porque la primera «cumplió un trabajo que en su momento fue magnífico» para una sociedad, la de 1978, que no tiene nada que ver con la 2016, que tiene «otros retos, otras necesidades».

Ese proceso, según la presidenta de la Nafarroa, debe ir acompañado de un debate sobre el modelo territorial del estado, un asunto que «debe hacerse con absoluta valentía, con serenidad, con sensatez y con el acuerdo de todas las partes».

Añade Barkos que «en el seno del Estado español y de la política española hay que perderle el miedo al independentismo» y recuerda que «son muchos los ciudadanos que se declaran independentistas.

«Quiero recordar más -agrega-. Con la situación que, a costa del pronunciamiento político, durante muchos años se vivió aquí, en Navarra y en la Comunidad Autónoma Vasca, en la que tantas veces hemos dicho, 'Fuera armas, de todo se puede hablar, pero siempre en el ámbito de la política', ahora casi estamos negando lo dicho. Y eso es absolutamente inaceptable».

En consecuencia, entiende la presidenta de Nafarroa, «el primer paso está en vivir con normalidad la diferencia política, incluso la más extrema», para, a partir de ahí, hacer uso de la «inteligencia, generosidad y lealtad entre las partes».

Entre los «miedos» que se deben perder, Barkos también incluye, «por descontado», al tema del referéndum.

«Cuando uno mira a Europa -explica-, uno ve los procesos que se han producido, como en Escocia, propiciados cuando menos con la colaboración del propio Gobierno británico. Y me pregunto: '¿Por qué no podemos aspirar a algo tan democrático y tan razonable aquí?. ¿Por qué no podemos aspirar?'. Yo, esa ambición, sí la tengo».

Barkos explica que, en el caso de Navarra, hay «una parte importante de su población, numéricamente no mayoritaria, pero una parte importante de su población, que es nacionalista vasca, y que lo reconoce». «Y lo soy yo también», subraya.

Barkos aboga por fortalecer las relaciones con la CAV, tras unos años de «antivasquismo» de los gobiernos de UPN, pero no que ello derive en una consulta sobre la adhesión de Nafarroa a la CAV.

«Yo no sé quién tiene interés. Porque hoy, Navarra, en estos momentos, tiene otros retos, otras necesidades», asegura la presidenta, quien afirma que «es evidente» que ese asunto «no está» en el debate político.