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Detenido en Muskiz por conducir en sentido contrario por la A-8

La Ertzaintza ha detenido la pasada madrugada en la autopista A-8, en el término municipal de Muskiz, a un hombre que fue interceptado tras conducir a gran velocidad en sentido contrario durante veinte kilómetros. Dio positivo en las pruebas de alcohol y de drogas.

El detenido, de 52 años y que condujo en sentido contrario por la Supersur (AP-8) y la autopista A-8, ha sido acusado de un delito contra la seguridad vial por conducción temeraria, según ha informado la Ertzaintza.

Sobre la una de la pasada madrugada, un conductor que circulaba por la AP-8 a la altura de la salida de Balmaseda llamó al a los servicios de emergencia para denunciar que un coche circulaba en sentido contrario por esa autopista en sentido hacia Cantabria.

Varias llamadas más de otros conductores fueron registradas por los servicios de emergencia, y en todas ellas se advertía de que se habían encontrado de frente con el vehículo que circulada en sentido contrario, primero en la Supersur e instantes después ya por la autopista A-8, que el conductor había tomado a la altura de Portugalete. Según el relato de estos conductores, el coche circulaba a gran velocidad y con las luces largas, y varios de ellos se vieron obligados a esquivarlo para evitar una colisión.

Sin luces

Una patrulla de la Ertzaintza localizó el coche a la altura de Muskiz, de manera que los agentes se colocaron a la par del turismo, circulando por la plataforma en sentido a Cantabria, mientras le realizaban señales luminosas al tiempo que por la megafonía le pedían que depusiera su actitud.

El conductor del vehículo hacía caso omiso a estos avisos, continuando su camino a toda velocidad, e incluso llegó a apagar las luces de su coche, con lo que la situación de riesgo se agravaba.

Poco antes de llegar al límite de Bizkaia con Cantabria, el conductor paró el vehículo, dado que de frente venían varios vehículos en sentido hacia Bilbo, lo que hacía muy probable la colisión. Los ertzainas, según el atestado, aprovechaban la situación para detener su coche a la misma altura, saltar la separación entre ambos sentidos y sacar del coche e inmovilizar al conductor, con la ayuda de otra dotación policial que acababa de llegar al lugar.