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EEUU confirma que no volverá al Tratado de Cielos Abiertos con Rusia

EEUU no volverá al Tratado de Cielos Abiertos, que permite al vigilancia aérea mutua entre los firmantes, manteniendo la decisión de retirarse que adoptó Donald Trump y las acusaciones a Rusia de haberlo violado. Moscú ha lamentado «otro error político» y un «golpe a la seguridad europea».

Encuentro entre los representantes de Exteriores de EEUU y Rusia en Islandia, el pasado 20 de mayo. (AFP)
Encuentro entre los representantes de Exteriores de EEUU y Rusia en Islandia, el pasado 20 de mayo. (AFP)

El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado que no se reincorporará al acuerdo con Rusia y otros países sobre vigilancia aérea mutua, el llamado Tratado de Cielos Abiertos, que el expresidente Donald Trump abandonó durante su mandato, al considerar que Moscú ha incumplido con sus obligaciones para el pacto.

«Estados Unidos lamenta que el Tratado de Cielos Abiertos se ha visto afectado por las violaciones cometidas por Rusia y, una vez concluida la revisión del tratado, concluye que no tiene intención de reincorporarse al mismo», ha señalado el Departamento de Estado de EEUU.

El acuerdo, que llevaba unos 30 años en vigor, emergió como una solución para que los dos países pudieran vigilar sus movimientos militares mediante fotografías y sensores aéreos en vuelos restringidos en determinadas zonas del otro país.

Trump reprochó incumplimientos

En mayo de 2020, Trump amenazó con la retirada argumentando que Rusia había bloqueado vuelos estadounidenses sobre ciudades sospechosas de albergar silos con misiles capaces de llegar a Europa, –en concreto en Kaliningrado y cerca de las regiones georgianas de Abjasia y Osetia del Sur–.

Aliados de Estados Unidos argumentaron durante mucho tiempo que el verdadero valor estaba en la información que podían recopilar de los aviones y ahora temen perder el acceso a las opiniones sobre el despliegue de tropas y armas rusas, especialmente en lugares como Ucrania. Al final, Estados Unidos apaciguó a los países interesados al asegurar que ellos mismos les proporcionarían la información que necesitaban.

«Otro error político» de Washington, lamenta Moscú

El viceministro ruso de Exteriores, Sergei Riabkov, ha lamentado la decisión tomada por la Administración Biden –quien en su momento criticó duramente a Trump por su desdén hacia el acuerdo– como «otro error político» y «un nuevo golpe a la seguridad europea»".

«Les hemos dado una oportunidad que no han aprovechado, y siguen difundiendo falacias absurdas sobre nuestras presuntas violaciones del acuerdo. Es inútil insistir sobre ello. Cualquiera en Washington podría ver que es mentira con solo buscar un poco, pero está claro que a nadie le interesa lo más mínimo intentarlo», ha lamentado .

«Toda la responsabilidad por el desmoronamiento del Tratado de Cielos Abiertos recae en EEUU», ha insistido el Ministerio ruso de Exteriores en un comunicado.

Según Moscú, EEUU, al igual que cuando anunció en mayo de 2020 su retirada del pacto –paso que se hizo efectivo en noviembre pasado– justifica su «destructiva» decisión «con acusaciones politizadas descabelladas contra Rusia que nada tienen que ver con la realidad».
 
Rusia, que a continuación también anunció su salida del tratado, siempre negó que lo violara y acusó a su vez a EEUU de haberlo incumplido.

Propuesta rusa para mantenerlo

Moscú intentó salvar el acuerdo en varias reuniones en Viena con los demás socios y propuso medidas específicas para permanecer dentro del tratado y mantener su viabilidad, bajo la condición de que los restantes miembros lo cumplan estrictamente.

Rusia quería estar segura de que los datos que se recogen durante los vuelos de observación sobre los territorios de los Estados miembros solo se los quedarían los países participantes y que no fueran transmitidos a EEUU.

También quería recibir por escrito garantías en este sentido de los demás países firmantes del tratado, pero no las recibió, por lo que el pasado día 18 la Cámara Baja rusa aprobó la retirada de Rusia del tratado.

Sin embargo, aplazó la votación en el Senado hasta el 2 de junio para dar una «última oportunidad» a EEUU de rectificar su decisión.

«Este paso dado por Washington demuestra una vez más su desprecio no solo por la seguridad europea, sino también por los intereses de sus propios aliados, que le pidieron reconsiderar la decisión tomada», opina Exteriores, que acusa a EEUU de llamar a otros países a fortalecer la transparencia en materia militar, cuando al mismo tiempo cierra su territorio a la observación.