«Por aquel 11 de diciembre de 2011, cuando debuté, no pensaba que hoy, en mi despedida, iba a poder decir que todos mis sueños los he cumplido», ha admitido así de satisfecho Roberto Torres en su adiós a la que ha sido su casa durante todo ese tiempo.

Ovacionado por los numerosos seguidores que se han acercado hasta El Sadar para brindarle un último homenaje, el futbolista de Arre ha reconocido que «ese día cumplí el sueño de todo niño: debutar en Primera División y con el equipo de mi tierra».

«Seguí cumpliendo sueños. Ser alguien importante en la historia de Osasuna, ascender dos veces, ayudar dentro y fuera del campo a que el club reviviese en aquellos momentos tan duros, heredar el número 10 de don Patxi Puñal y llegar a ser el capitán», ha insistido.

Como suele ser habitual en este tipo de celebraciones, Torres ha tenido palabras de agradecimiento para sus seres más queridos y también hacia sus ya excompañeros y la afición.

«Gracias compañeros, los que estáis aquí y los que no. A muchos os considero amigos para toda la vida y eso es de las cosas más bonitas que tiene el fútbol. Gracias afición. Sois únicos e inigualables. Hemos vivido momentos mágicos. Me gustaría dar valor al ejemplo que habéis dado cuando las cosas no iban bien. Eso es algo que os diferencia del resto y que espero que nunca perdáis», ha estimado.

Ya en la sala de prensa del estadio iruindarra, y ante preguntas de los medios de comunicación, el jugador ha concedido que su marcha «no ha sido una decisión fácil», entre otras cosas porque «siempre he creído que mi lugar estaba aquí, que era feliz y que no tenía por qué irme a otro sitio».

Torres ha indicado que, hasta que no pase cierto tiempo y se aparte de la dinámica rojilla, no valorará «del todo» su trayectoria, aunque «es evidente que me siento una persona y un jugador querido», asegurando que «todo el apoyo y los agradecimientos que he recibido me han sobrepasado».

Ha admitido que «no ha sido fácil» gestionar esta última media temporada como rojillo. «Durante la semana lo llevaba genial porque me gusta mucho entrenar y cada día en Tajonar es una delicia», sin embargo, «los fines de semana eran duros, pero mi trabajo y mi profesión también tiene momentos de todo tipo».

«Dar un paso al frente»

Vista su poca participación en el equipo, «tenía que dar un paso al frente y volver a sentirme futbolista». «Era muy fácil estar hasta el verano de la misma manera, pero había que darle una vuelta a la situación y de jugar, eso es lo que más ha pesado», ha subrayado.

Torres ha aclarado que todavía tiene cuerda para rato, pues «me encuentro muy bien físicamente». «El fútbol me encanta y es mi vida. De momento tengo muchas ganas de seguir jugando y para nada tengo en mente nada relacionado con dejar el fútbol», ha añadido.

En cuanto a una posible vuelta a futuro para trabajar en Tajonar, ha apuntado que, «si surge, sería algo precioso. Desde el club, seguro que también quieren y yo estaré encantado de volver. Es mi casa».

Osasuna le ha hecho entrega de tres obsequios muy particulares. Un póster de edición limitada con una imgen suya –celebrando el gol que le marcó al Albacete en la temporada del último ascenso–, una camiseta conmemorativa con sus 353 partidos y un mosaico conformado por más de 300 fotografías del jugador.

El presidente de la entidad rojilla, Luis Sabalza, ha señalado que Torres «es una de esas personas que se ha encargado de hacer grande este club a lo largo de sus 102 años de historia», siendo «uno de los mejores futbolistas de la historia reciente de Osasuna».

«Jamás podrás despedirte del cariño que todos los osasunistas sentimos por ti; por el futbolista y por la persona. Roberto, sin ti, la salud de la que hoy goza Osasuna no sería posible. Puedes mirar atrás y sentirte orgulloso de tu legado», le ha expuesto.